Varias sociedades europeas se levantan contra las restricciones y los confinamientos

Italianos, daneses u holandeses toman las calles en contra de las últimas y agresivas medidas tomadas por sus respectivos gobiernos para tratar de contener la expansión de la pandemia y evitar el colapso sanitario.
Más allá de un pequeño número de escépticos, la mayor parte de los europeos han aceptado hasta ahora las medidas tomadas por sus países para hacer frente a la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, en las últimas semanas, el hastío después de meses de medidas restrictivas, confinamientos totales o parciales, crisis económica y de consumo o socavamiento de lo que en tiempos de paz se consideran derechos y libertades civiles básicas, empiezan a pasar factura a algunos gobiernos.
Así está siendo por lo menos en países como Italia, Dinamarca u Holanda, en los que el agotamiento y descrédito de muchos ciudadanos respecto a la política ha traído como consecuencia una oleada de protestas que, en muchos casos, se están tornando violentas.
Italia
El pasado lunes miles de personas tomaron las calles de Turín, Milán y otras ciudades y pueblos de Italia para mostrar su indignación con respecto a las restricciones más recientes, que obligan a restaurantes y cafeterías a cerrar temprano y al cese de operaciones de cines, gimnasios y otras actividades de esparcimiento.
En Turín algunos manifestantes se separaron de una protesta pacífica y rompieron los escaparates de una calle comercial. También lanzaron bombas de humo y arrojaron botellas contra policías en la plaza principal de la ciudad.
Horas antes en esa misma plaza, alrededor de 300 taxis se formaron de forma pacífica para atraer la atención a sus pérdidas económicas que se derivan de la falta de turismo y la desaparición de trabajadores del centro de la ciudad.
En Milán, la policía usó gases lacrimógenos para disolver las protestas. Al menos dos personas fueron arrestadas.
Allí las protestas empezaron poco después de activarse una orden del gobierno nacional que requiere que bares, restaurantes y cafeterías cierren sus puertas a las 6 de la tarde durante los próximos 30 días.
También hubo la semana pasada una marcha pacífica de comerciantes y empresarios en Nápoles en contra del toque de queda regional, que obliga a permanecer en casa después de las 11 de la noche. La protesta adquirió una inadmisible violencia cuando la manifestación se acercó a la sede de gobierno de la región de Campania.
Hay quienes afirman que la Camorra y otras organizaciones mafiosas pueden estar detrás de algunos de estos recientes episodios de violencia. Al fin y al cabo, el cierre de negocios a lo largo y ancho de Italia les afecta directamente.
Dinamarca
Pese a su buena situación económica permanente y su generoso estado del bienestar, Dinamarca ha sido testigo esta última semana de una creciente conflictividad civil en algunas grandes ciudades.
En la refinada Copenhague una efigie de la popular primera ministro socialdemócrata, Mette Frederiksen, fue incendiada durante las protestas en contra de la cuarentena y las fuertes restricciones decretadas.
Lo más grave de la performance violenta fue el cartel que colgaba del cuello del monigote “Ella debe y debería ser asesinada”. Mensajes como este dan idea de la seriedad de muchas de estas protestas y del nivel de hartazgo, justificado o no, de muchos de los manifestantes.

Los disturbios más violentos tienen el sello de los llamados “hombres de negro”, quienes se manifiestan bajo el grito “Libertad para Dinamarca”.
Países Bajos.
En contra de toda predicción, o quizá no tanto, es en la pacífica y liberal Holanda donde las protestas de ciudadanos y comerciantes desesperados ha adquirido una dimensión más violenta.
La dimisión reciente del actual gobierno liberal progresista de Mark Rutte a consecuencia del escándalo de las ayudas a inmigrantes ha podido contribuir a la inestabilidad en los Países Bajos, siendo Holanda y, sobre todo, sus grandes ciudades, el epicentro de las protestas violentas.
Por otra parte, no es en Holanda sino en la sureña y católica Eindhoven (provincia de Bravante del Norte) de donde llegan algunas de las imágenes más espectaculares.

Más de 130 personas fueron detenidas solamente en la pasada noche del miércoles en todo el país, la cuarta noche de disturbios y pese a la elevada cifra, la más tranquila desde el inicio de los mismos.
En una región tan liberal y en una sociedad que tradicionalmente ama la libertad y lleva muy mal el autoritarismo por parte del estado, para buena parte de la población se hace muy difícil asumir las cada vez más complicadas restricciones.
Algunas imágenes que llegan desde los Países Bajos son cuanto menos chocantes teniendo en cuenta el carácter mayormente pacífico de la sociedad civil neerlandesa. En los últimos días se han producido desde descarnados ataques a las fuerzas del orden hasta explosiones de vehículos o volcado de los mismos.
Cabe destacar que buena parte de los arrestados son menores de 18 años.