La fiscalía ha pedido una condena en firme para una mujer que se obsesionó con el monitor de fitness de su gimnasio hasta límites enfermizos.
La fiscalía de Gijón consideró los hechos constitutivos de delito según el artículo 184-1 del código penal. Finalmente, la acosadora ha asumido los hechos y ha aceptado una condena de 3 meses de cárcel.
Todo empezó en noviembre de 2018, cuando una mujer se hizo socia de un centro deportivo de Gijón y puso sus ojos sobre la ahora víctima, quien trabajaba allí desde 2012.
La mujer propuso una relación sentimental y encuentros sexuales con el monitor, quien se negó desde un principio. Sin embargo, la mujer no quiso aceptar su negativa. Durante meses, el monitor fue perseguido y continuó siendo cortejado en contra de su voluntad.
Una vez la situación se tornó inadmisible, la acosadora fue expulsada del gimnasio. Sin embargo, la acosadora continuó acechando al monitor, tanto en las inmediaciones del centro deportivo como a través de internet.
Aunque la mujer fue expulsada del gimnasio, el acoso continuó.
Se ha terminado acordando por ambas partes que la condenada no ingrese en prisión, quedando este acuerdo condicionado a que no vuelva a cometer otro delito. Junto a lo anterior, se ha acordado suprimir la indemnización de 3000 euros al acusado a cambio de una orden de alejamiento de 2 años, en los que la acosadora deberá mantenerse a 200 metros de su víctima.