Mark Liu, presidente de la compañía taiwanesa TSMC, principal fabricante de procesadores del mundo, ha alertado en una entrevista para la CNN del impacto que tendría para la industria tecnológica un conflicto entre China y Taiwán
Nancy Pelosi ha concluido la visita a Taiwán que ha realizado a pesar de las amenazas del Gobierno chino de tomar “medidas contundentes” si se producía el viaje de la presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Con esta nueva tensión entre China, Taiwán y Estados Unidos, el presidente de TSMC ha hablado con la CNN sobre las consecuencias de un hipotético conflicto entre China y Taiwán.
Mark Liu ha explicado que, en el caso de una invasión china de Taiwán, “la guerra no tiene ningún ganador. Todo el mundo pierde y los taiwaneses se han ganado su sistema democrático en Taiwán y quieren poder elegir su forma de vida”.
TSMC posee una cuota del 54% del mercado de semiconductores y desde sus instalaciones se manufacturan muchos de los chips que emplean marcas como Apple, Intel, AMD, Nvidia y Qualcomm, entre otras, en teléfonos, ordenadores, televisores, coches, etc… La compañía taiwanesa no diseña esos procesadores, pero sí hace realidad los diseños encargados por las grandes marcas de tecnología.
Occidente llega tarde a la independencia tecnológica
Estados Unidos como Europa han comenzado a realizar grandes inversiones para llevar la producción de microprocesadores a sus territorios, la dependencia del sector tecnológico de TSMC, que también tiene fábricas en China y Estados Unidos, es muy grande y cualquier disrupción en la cadena de fabricación tendría un fuerte impacto en la economía mundial.
“Nadie puede tomar controlar TSMC por la fuerza. Si coges una fuerza militar o tienes una invasión, harás que las fábricas de TSMC no puedan operar porque se trata de un proceso de fabricación tan sofisticado que depende de conexiones en tiempo real con el mundo exterior. Con Europa, con Japón, con los Estados Unidos… Desde los materiales a los químicos, los componentes, el software de ingeniería, diagnosis… es un esfuerzo de todo el mundo que esta fábrica sea operativa. Así que si la tomas por la fuerza, no puede seguir siendo operativa” ha señalado el presidente de TSMC a CNN.
Si esta situación se llegara a producir y China entrara en Taiwán, la interrupción en la actividad de TSMC “crearía una gran confusión económica en cada lado”. China, por ejemplo, que supone el 10% del negocio de TSMC (Estados Unidos es el 65% y Europa el 6%), “perdería el suministro de sus componentes más avanzados, así que la gente se lo pensará dos veces”.
El presidente de TSMC cree que el mundo debe aprender las lecciones de la guerra en Ucrania, que no estaría siendo buena para nadie.