Quiero empezar mi columna semanal recordando que en la columna de la semana pasada parecía que nuestro flamante director general de Participación, Mario Herrera, estaba recibiendo presiones para dimitir, por haber estrellado su coche después del toque de queda y haber huido en vez de señalizarlo y dar aviso a las autoridades.
Pues bien, no se preocupen, que esta gente no sabe el significado de la palabra “dimitir” y ahí sigue, cobrando de todos nuestros impuestos, si se puede.
Pero volviendo a esta semana, lo que quiero comentar está relacionado con el potente temporal de nieve “Filomena” que ha recorrido la península.
Por varias razones, la primera es que quiero recordar que, desde hace cuarenta años, hay un poderoso lobby que nos decía que los niños nacidos en España después del año 2000 no iban a saber lo que era la nieve. Que nos decía que en el año 2020 Venecia estaría totalmente sumergida. Que nos decía que los Países Bajos estarían sumergidos bajo las aguas.
Ojo, yo no estoy negando que haya un cambio climático. Cambios climáticos llevan existiendo desde que se creó la Tierra hace 4.600 millones de años, lo que si niego es que estas asociaciones catastrofistas tengan razón. Y si muchas de ellas además nos dicen que son científicas, pero llevan 40 años fallando en sus pronósticos.
Cada vez que llega la fecha de su “apocalipsis”, que en los años 80s era el año 2000, en el año 2000 era el año 2020 y ahora, en 2021, dicen que es 2050. Que cada uno crea lo que quiera, pero que por favor dejen de darme la murga con las “gretas” dichosas.
Otra de las cuestiones que han salido a la palestra en esta inmensa tormenta es la cuestión de la factura de la luz y es que hemos batido el récord histórico de precio máximo de la luz, alcanzando los 120 euros por megavatio hora (Mwh) el sábado a las 9 de la noche. 20 euros más por Mwh que su segundo registro más alto, que data de 2002.
Recordemos que uno de los puntos más aireados de la coalición socialcomunista que nos gobierna era que iban a “poner firme a las grandes eléctricas” e iban a hacer que el precio de la luz bajase mucho. Después de más de un año gobernando, parece que no les ha dado mucho tiempo a hacerlo, pues preguntándole a Echenique, portavoz de Podemos, su respuesta ha sido “esta reforma es la del PP”, nos ha ido por un pelo el echarle la culpa a Franco, pero bueno, el PP bastará por ahora.
Hay que recordad que España sufre desde 2007 el mayor encarecimiento del precio de la luz de todo Europa. Éramos uno de los países que siempre había estado en la parte media o media-baja de la tabla en cuento a lo que a precio de la luz se refiere, pero desde los grandes planes “eco” de Zapatero, nuestra luz solo ha ido en una dirección, hacia arriba, y con fuerza.
Y siendo serios, es cierto que cuando hace más frío, se dispara la demanda de la luz y se ponen en funcionamiento centrales eléctricas poco usadas por su bajo rendimiento, lo que hace que ese Mwh suba. Pero es que España tiene la 3ª factura de la luz con más carga de impuestos y gravámenes ajenos a lo que propiamente es el coste de creación, trasporte y distribución de la electricidad de todo Europa.
Es decir, solo el 24% de lo que pagamos en una factura de la luz es propiamente lo que pagamos por crear la electricidad a las grandes eléctricas, el 76% restante es tasas, impuestos, peajes y otros componentes regulados, como las primas a las renovables. Es decir, una gran parte de la factura de la luz está directamente controlado por nuestros políticos gobernantes. En un gobierno, en teoría, preocupado por los más pobres, en momentos como estos, podrían bajar esos impuestos y tasas, para que no tengamos que notar de forma tan brutal la subida del precio de la factura eléctrica que nos va a tocar pagar.
Pero no pasa nada, salimos más fuertes, más eco-sostenibles, más resilientes y más trasversales, que no vamos a dejar a nadie atrás y tenemos un robusto escudo social. Porque medidas no tomarán ninguna buena, pero eslóganes, todos los que quieran.