Su Pablentineza Iglesias

En un lugar plurinacional, republicano y feminista, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un majadero descendiente de “frapero”, de los de odio en ristre, ropaje sucio y chepuda figura. Un botellón a diario, una manifa con desocupados monederos los sábados, y la compaña nocherniega de indolentes “Tanias y Dinas”; sin desmerecer la prosaica pestilencia de los ajenos a la usanza jabonil. Gustaba la marihuana y otros cogollos que son el sustento de los villanos de la molicie y la holganza roja.

Tenía de escudero a un mozo imberbe de escuincle estampa, Sancho Errejanza. Frisaba el andrajoso castuzo la edad de los siete lustros de paria existencia; era de complexión alfeñique, demacrada tez, pelo aborrascado y blanda panza. Vivía de las prédicas de las bondades de la hoz y el martillo…

Quienes me conocen saben la admiración que profeso a don Miguel de Cervantes y su excelsa pluma, autor de la obra magna de la literatura universal: “El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. Su reciente lectura me animó a iniciar las presentes con esta atípica escritura que espero sea de tu agrado, querido lector, pues a ti están dedicadas.

Ante ustedes, el vicemoños: un barrigoncete fondillero con pinta de malote venido a menos que exhibe una imagen maltrecha y pocha, donde la ausencia de vida estremece por decrépito acuciante. Los malos pelos que luce, que más parecen crines, pues adolecen de las naturales prácticas de higiene, le hacen abrazar el teriomorfismo. Un linaje de roedor miomorfo de la estirpe muridae, conocido vulgarmente como rata.
O, como diría don Quijote: “un villano con el cuerpo propio de quebrantos y otros molimientos, un ruin demonio que por tener poca sal tienen en la mollera lo aleja de buen cristiano y discreto caballero, y más parece gran bellaco de flaco parlamento y falto de juicio. Todo en él es bajeza y mala usanza y pocas son las virtudes que a él le adornan.

Este “Ginés de Pasamonte” llegó diciendo que el sistema estaba viciado por culpa del bipartidismo, que era una funesta herencia del “maldito régimen del 78”, y que él era la solución, “el bálsamo de fierabrás”.

Un curalotodo moderno con moño e ingentes dosis de rencor y suciedad del alma, también física, reminiscencia comunista que todo lo emponzoña.

A todas horas nos asaeteaba con sus soflamas: “la casta, la corrupción sistémica de las puertas giratorias”, “nosotros, los demócratas, nosotros somos el pueblo”, “la vieja y la nueva política” y sin darnos cuenta todo empeoró. Dónde había apacible coexistencia de manera espuria lo convirtió en vil enfrentamiento: la Guerra Civil, azules y rojos, padres contra hijos, madres contra padres, homosexuales contra heteros, feminazismo contra feminismo.

Con absoluto desprecio ultrajó el patriotismo y lo confundió con el fascismo, enfrentó lo público con lo privado, los ricos contra los pobres, los trabajadores contra empresarios.

Pisoteó la ley protegiendo y defendiendo a los delincuentes, celebró las okupaciones y las agresiones a los contrarios o a la policía. El acoso y los escraches eran jarabe democrático.

Para este majadero, insultar al Jefe del Estado y los símbolos nacionales era libertad de expresión, pero llamarle a él rata era un delito muy grave. Por el camino, cabalgó contrariedades a lomos de millones de dólares robados a Venezuela, Irán y otros regímenes dictatoriales que sirvieron para sufragar chalets de lujo en la sierra y en el distrito de Salamanca de Madrid.

No dudó en acusar de encantamentos y extrañas aventuras todo lo acontecido a él, culpando a los malvados empresarios del ibex, oh, malditos villanos explotadores ataviados de poderes fácticos. Vio cloacas policiales por doquier cual don Quijote veía gigantes con los brazos abiertos. Dijo ser víctima de conjuras para ser lapidado políticamente, cuando él fue el conjurado. No sé si es más malo que feo o más feo que loco.

Este mentecato ve un desavío con el tendero que lo regenta a base de interminables jornadas de trabajo y lo confunde con los malvados empresarios “Ibexriles”, a quienes insulta por ser personas de éxito, y no un fracasado envidioso como él. Él y su tribu -chapapote morado- son una lacra que ha venido a destruir todo lo que conocemos, y sobre los escombros edificar su dictadura comunista. Nunca olvidar a su colaborador necesario: Psoe. Sin él nada podría ser.

El desventurado caudi-moños es como una “máquina tragaperras” del sistema. Todo en él son luces y colores, imágenes y distintos tonos musicales (sus falsas razones) que hace que oírla e ignorarla sea misión compleja, pero que nada positivo te aportará y acabará hundiéndote en la miseria más absoluta, sometiéndote a la desesperación de depender de él para todo. Tu vida estribará de este falso pescador de almas, que indefectiblemente será abrir la puerta a las colas del hambre, a la miseria y la ruina. Lo que ya estamos viendo y sufriendo.

Tened claro que esas luces y tonos son sus populistas motivos: tú echas dinero -tu voto-, pero, ¿quién se arruina? Tú. ¿Y, quién se hace rico? Él, que es el dueño de la máquina con la que te engaña para desplumarte socapa de falsos argumentos. ¿Viste dónde y cómo vivía? Mira cómo ha cambiado su vida. Y la tuya, ¿ha cambiado? Sí, pero a peor.

El problema de este zascandil desdichado es este zascandil desdichado, sus rancias ideas, su extemporánea visión del mundo, aspirando a vivir del cuento e imponer su modelo dictatorial: “Cuando hay elecciones en situación de normalidad, los comunistas nunca ganan, los comunistas han tenido éxito en momentos de excepcionalidad, de crisis” (Pablo Iglesias). Por eso debe provocar esa excepcionalidad-crisis para alcanzar el cielo que tanto anhela.

Él pretende excomulgarnos públicamente a todos o directamente mandarnos al cadalso civil, sin posibilidad de retorno (ustedes nunca formarán parte del Consejo de Ministros, le espetó a la oposición) salvo que lo adores como si fuera un mesías chavista. Creo que podría hacer como Nerón, incendiar podemos y reducirlo todo a cenizas, pues gran favor nos harían si la hermosa senda de la extinción ellos tomaran.

Querido lector, me vuelvo a acordar de don Quijote para despedir al menesteroso don Pablote de Galapancha, otrora proletario oprimido cual clase obrera, ora inmerecido potentado que ensucia la sierra norte de Madrid con su fea presencia: ¡Oh bellaco villano, malmirado, descompuesto, ignorante, infacundo, deslenguado, atrevido, murmurador y maldiciente! ¿Tales palabras has osado decir en mi presencia… y tales deshonestidades y atrevimientos osaste poner en tu confusa imaginación? ¡Vete de mi presencia, monstruo de naturaleza, depositario de mentiras, almario de embustes, silo de bellaquerías, inventor de maldades, publicador de sandeces, enemigo del decoro que se debe a las reales personas! ¡Vete, no parezcas delante de mí, so pena de mi ira!” (Don Quijote de la Mancha).

6 comentarios en «Su Pablentineza Iglesias»

  1. Bravisimo, inconmensurable, magistral, D Miguel A. ha adaptado de forma maravillosa los sagrados textos de D. Quijote a la vida y comportamientos criminales de este chafardero bocachanclas. Como si de un personaje del ilustre relato del Manco de Lepanto, D Miguel de Cervantes se tratará.
    Divertido, por momentos desternillante y lleno de un vocabulario de la época maravilloso y casi perdido.
    Le doy la enhorabuena por este suculento artículo descriptivo y quijotesco.
    ¡Vive Dios que! “La pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos que en ella se engendraron, tales serán sus escritos”.
    Amén.

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  2. Muchísimas gracias, Fran. Un verdadero placer saber que le ha gustado e incluso disfrutado casi tanto como yo al escribirlo. Don Miguel es mi ídolo y me pareció original dedicarle unas letras al vago de Galapagar. Muchísimas gracias por leerlo y por escribir esta genial crítica. Yo también me reído al leerla. Un abrazo.

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      • Muchas gracias por leerlo y hacer esta crítica, Narciso. He intentado poner un punto de humor ante una situación de crispación y violencia izquierdista que nos está llevando a unos extremos francamente peligrosos y muy preocupantes. Saber que le ha gustado es el mejor premio por escribirlo. Nuevamente, muchas gracias por leerlo. U saludo.

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  3. Buenas tardes, Gilberto. Soy yo quien le da las gracias por haber tenido la amabilidad de leerlo y dejar esta cariñosa crítica. Un placer compartirla con amigos como usted y mas aún saber que le ha gustado.
    Le mando un cordial saludo.
    Miguel de Farnesio.

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