Sexto día de disturbios por el encarcelamiento de Pablo Hasél.
Este domingo, Bilbao ha sido el escenario de los tumultos. Radicales han volcado y quemado contenedores y atacado a la Ertzaintza. La situación ha acabado con el arresto de uno de los alborotadores y la imputación de otro, acusados de desórdenes públicos.
La manifestación violenta ha empezado a las 12:30 de la mañana en la plaza del Teatro Arriaga con gritos a favor de la «libertad de los presos», en contra del «Estado fascista» y de la Monarquía y reclamando la amnistía. Según estima la Policía Municipal, alrededor de 2.000 jóvenes han acudido.
La situación ha vivido sus momentos más tensos al pasar cerca del edificio del Tribunal Superior de Justicia y también en la Plaza Moyua, donde debía acabar la concentración y agentes de la Ertzaintza estaban protegiendo la delegación del Gobierno.
Allí los organizadores de la manifestación han leído un comunicado destacando el «compromiso político y antifascista» del criminal condenado Hasél y han vuelto a reiterar sus críticas a los políticos, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y la Monarquía entre otras. Han afirmado también que «encarcelando a Hasél encarcelan a todos» y que el «Estado fascista nos quiere enmudecidos y amordazados por leyes mordaza».
Ha sido después de esta lectura, cuando radicales han comenzado a lanzar objetos contundentes, entre ellos botellas, contra la Ertzaintza y han quemado y volcado contenedores. Lo que ha obligado a los Bomberos a intervenir.
Los disturbios se han ido moviendo por la Gran Vía y han acabado en el Casco Viejo donde la Ertzaintza ha sido atacado de nuevo y ha tenido que cortar calles para proteger a viandantes.
La situación no se ha calmado hasta las 15:00.