El ataque de Israel ha sido una represalia tras el bombardeo que rebeldes palestinos llevaron a cabo en Jerusalén Este.
El pasado día 10 de mayo Hamás atacó con enorme fuerza áreas de control israelí llenas de población civil. El sistema ‘cúpula de hierro’ fue efectivo a la hora de repeler un ataque que pudo haber costado cientos de vidas.
Un día después, un edificio de 12 plantas al oeste de Gaza se ha venido abajo tras un ataque aéreo de las fuerzas de Israel.
El edificio fue evacuado una hora antes y no se reportan muertes, aunque sí grandes pérdidas económicas en una región ya de por sí devastada por la pobreza y un sempiterno conflicto armado intermitente.
Hasta ahora, los enfrentamientos entre fuerzas israelíes y palestinas han dejado al menos 30 muertos, 28 hombres palestinos y dos mujeres israelíes.
Asimismo, en los hospitales centenares de personas de ambos bandos se encuentran heridas.
Un nuevo recrudecimiento del conflicto.
La salida de Trump de la Casa Blanca ha traído consigo un recrudecimiento del eterno conflicto entre israelíes y palestinos.
El 10 de mayo, fecha que marca la captura de Jerusalén Oriental por Israel en la guerra árabe-israelí de 1967, vino acompañada este año de graves enfrentamientos. Esta fecha señalada se conoce como ‘Día de Jerusalén’ para judíos y ‘Día Negro’ para los palestinos.
Recientemente, se habían disparado los rumores sobre un desalojo masivo de palestinos en Jerusalén Este, la parte de la ciudad con población predominantemente palestina.
Este hecho, bastante plausible viendo el proceder israelí en los últimos años, ha vuelto a elevar las tensiones a niveles semejantes a los del amago de expansión israelita en Cisjordania el año pasado.