“Las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en situaciones de riesgo al establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales».
Estas tácticas violan el Derecho Internacional Humanitario y ponen en peligro a la población civil, pues convierten bienes de carácter civil en objetivos militares.
“Hemos documentado un panorama en el que las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en peligro y violan las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas”.
“Estar en una posición defensiva no exime a las fuerzas armadas ucranianas de respetar el derecho internacional humanitario”.
Esto no lo digo yo, lo dice Amnistía Internacional. Lo que si digo yo es que las armas enviadas para alimentar un conflicto que ni nos va ni nos viene, contra un supuesto enemigo, que de ningún modo nos ha hecho nada, no hace más causar muerte, destrucción y alargar la agonía de seres humanos lejos de aquí, mientras nuestros dirigentes están tomando el Sol de vacaciones.
No nos equivoquemos estamos en una guerra de desgaste porque el principal aliado de Kiev, Joe Biden, pretende desgastar al máximo el poder de Rusia, desestabilizar a un aliado de Pekin y esconder las tropelías de su hijo, pederasta, drogadicto y corrupto ,según se desprende de la información de su ordenador, que está bajo custodia del Departamento de Justicia, bajo la apariencia de una guerra justa, Estados Unidos usa Ucrania, utiliza Ucrania y desangra al pueblo ucraniano para unos fines bien distintos a los declarados por Zelenski , un Zelensky admirador del nazi Stepán Andriyovich Bandera.
Los ingenuos que piensan que la vida es crear muchos hashtags con los que lavar su conciencia, se han creído los salvapatrias progres de mesa y mantel, mientras alimentan con plomo las ínfulas sátrapas de un corrupto como Bolodomir
Pero la realidad se impone, y del respeto a la norma internacional rápidamente se ha pasado a una retórica y acciones agresivas cuyo único fundamento era demostrar quién de los dos era más determinante en este desgraciado conflicto, la OTAN y Zelenski con Joe Biden, o la Unión Europea con Von der Leyen y Borrell a la cabeza, ¡claro como sus hijos no van a la guerra!
Una guerra en la que no participamos directamente pero cuyo coste para los españoles es el más alto de todas las habidas hasta ahora. Basta mirar la evolución de los precios de la energía y la crisis económica.
En referencia a los precios no todo es achacable a la guerra, pero este choque directo y a corto plazo, sí lo es
La irreflexión y estulticia del gobierno, por ejemplo al enfadar a Argelia es un factor claramente agravante. A este gobierno, a Borrell, Biden o Von der Leyen le importa Ucrania lo mismo que a mí el apareamiento de las moscas.
La ayuda que mandan no es que sea escasa es que no sirve para nada y, sin embargo, el precio que nos hace pagar a todos por una bonita foto en Kiev, es indecente y obscena.
Quizás los yanquis pueden continuar con su estrategia de desgaste porque se lo pueden permitir, pero en España, el sectarismo y el ultraizquierdismo de Sánchez, nos lleva de cabeza a la ruina. ¡Hay que parar ya la guerra!
Para los que sinceramente creen que eso alimentaría la agresividad de Vladimir Putin, es simplemente un argumento falsario, apropiado para mentes ofuscadas, ideologizadas y carentes del más mínimo sentido de la responsabilidad. Seguir como hasta ahora, es sólo hacernos pagar un cheque por un dinero que no tenemos y esto es lo menos crudo, porque háganse esta pregunta ¿cuántos muertos inocentes necesitan las élites occidentales para satisfacer sus egos? Y planteo otra ¿estamos dispuestos a pagarlos? Y a futuro ¿ayudamos a Serbia o Kosovo? , lo digo porque o cambia mucho la cuestión o es el siguiente conflicto al que nos tendremos que enfrentar.