El sistema de voto por correo ha quedado en entredicho a pocos días de que se celebren las elecciones madrileñas este 4 de mayo, después de que numerosos ciudadanos publicaran fotografías de tickets de gestiones realizadas en oficinas de Correos en los que aparecen localizadores de votos por correo.
Lo impactante, es que los localizadores han sido asignados a los resguardos de usuarios que según parece no han realizado gestión alguna de voto por correo.
El escándalo ha sacudido las redes entrada la noche y se ha convertido en tendencia nacional, con miles de usuarios hablando del «pucherazo» en el voto por correo que se estaba fraguando.
En respuesta, Correos ha ofrecido una explicación que sostienen es «sencilla». Según la entidad pública «al no imprimirse el ticket en la admisión del voto electoral, la operación se ha vinculado al siguiente usuario».
Es decir, Correos justifica la situación afirmando que como el usuario envía su voto pero no hace gasto alguno, no se expide ticket porque el sistema no lo permite; la gestión se almacena en la caja y saldrá en el ticket del siguiente cliente que haga gasto como si el voto lo hubiera enviado él.
Han difundido también otras explicaciones, como: «Al realizarse el voto electoral se carga en la caja de la ventanilla para cobrarse (con importe de 0€). Al no imprimirse el ticket de compra, queda pendiente y se vincula el supuesto cobro al siguiente usuario».
Declaran además que «en el sobre del voto electoral siempre se tiene que incluir el certificado de inscripción para verificar la identidad del solicitante».
Juan Manuel Serrano mano derecha de Pedro Sánchez de 2014 a 2018, colocado por éste en Correos, ha explicado que a pesar de que estos localizadores aparezcan en tickets de usuarios que no han votado, esto no implica necesariamente un pucherazo. Aunque la justificación implique que el sistema es un desastre chapucero.