Profesor de filosofía vive amenazado y perseguido por alertar sobre el crecimiento del islamismo en Francia

«Por mi seguridad, por la seguridad de mis alumnos y mis colegas presento mi dimisión y me alejo del instituto en el que hasta ahora he dado clases». Estas eran las palabras del profesor de filosofía Didier Lemaire, quien se ha visto forzado a renunciar a su empleo y cómoda vida de docente en el pequeño pueblo de Trappes.

«El islamismo está ganando la batalla en el pueblo donde yo trabajo, Trappes. Y esa victoria no es un caso aislado…». Estas eran las declaraciones de Lemaire después de constatar en su propio entorno, la aceptación que el yihadismo tiene entre los jóvenes musulmanes de Francia.

Por mi seguridad, por la seguridad de mis alumnos y mis colegas, quizá sea razonable que deje de enseñar. Es una evidencia: los islamistas han ganado la batalla en Trappes. Y en tras ciudades francesas. Y tardará mucho tiempo, serán necesarios muchos hacer esfuerzos, antes de hacerlos retroceder, vaya usted a saber cuando.

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En Trappes y otras ciudades hemos dejado de estar en Francia. En algunas ciudades y algunos barrios hemos dejado de vivir en nuestra República. Ni la libertad de conciencia, ni el uso del cuerpo, ni la igualdad están garantizadas. En Trappes y otras ciudades de la periferia parisina, el comportamiento de los hombres no tiene nada que ver con las costumbres francesas y el arte o las relaciones de la seducción.

Si una mujer magrebí se atreve a sentarse en la mesa de un café, donde solo hay hombres, está condenada a soportar observaciones de todo tipo. En la calle, si no va vestida como los hombres piensan que debe hacerlo pueden escupirla o insultarla, si no amenazan con violarla

-Didier Lemaire en distintas intervenciones públicas.

Así es como el profesor de filosofía claudicaba después de años de lucha contra el fanatismo.

Lemaire no es la primera ni última víctima del fundamentalismo islámico en la cada vez menos laica República Francesa.

Ya hace unos años, durante los peores momentos de la Guerra Civil Siria, cuando el califato islamista del ISIS ocupaba una significativa franja de tierra en regiones de Asiria y Mesopotamia, varios medios como The Guardian, Le Monde o Le Figaro, daban fe de la enorme aceptación de la violencia religiosa o el apoyo a la primacía de la sharia o ley islámica que existe entre los mahometanos de Francia o Reino Unido.

Cansado después de los atentados terroristas de los últimos años y en particular del otoño pasado, que culminaron con la decapitación del profesor Samuel Patty, Didier Lemaire abordó con sus alumnos lo que a su modo de ver era un problema subyacente: la libertad de enseñanza, la crítica de la intolerancia y el odio religioso.

De esta forma, Lemaire fue consciente de que tenía muchos alumnos simpatizantes, directa o indirectamente, de tesis islamistas.

El alcalde islamo-izquierdista de Trappes declaró su particular guerra contra Lemaire.

Después de alertar a varias instituciones y a la opinión publica francesa, Lemaire se convirtió en el enemigo de una parte de la Francia musulmana- ya existen de 5 a 7 millones de franceses musulmanes)- y también para una gran parte del llamado islamo-izquierdismo.

El islamo-izquierdismo supone cada vez una facción política fundamental situada entre la izquierda y extrema izquierda. Esta facción asume tesis políticas directa o indirectamente islamistas y en ocasiones muy condescendientes con el radicalismo y las tesis migratorias menos integradoras.

Ali Rabeh, es el alcalde de Trappes. Es musulmán y de origen marroquí. Hizo su carrera política como hombre de confianza de Benoît Hamon, candidato socialista a la elección presidencial de 2017 que llevó a su partido a una ruina sin precedentes.

A día de hoy, Rabeh es una de las principales personalidades del «nuevo socialismo» que defiende Hamon. Para este islamo-socialismo cualquier crítica a la comunidad musulmana francesa es vista como un ataque y contestada duramente.

El alcalde Trappes cuenta con el apoyo político de muchos políticos a la izquierda de Macron, desde Benoît Hamon a Jean-Luc Mélenchon, el líder de «La Francia insumisa» (la extrema izquierda populista), pasando por otra suerte de políticos socialistas y comunistas.

Tras sufrir ataques de su propio alcalde, Didier se ha visto obligado a abandonar la enseñanza. Está protegido 24-7 por varios gendarmes y policías especializados en la seguridad de personalidades amenazadas de muerte.

En estos momentos, el gobierno francés de Macrón, trabaja en la aprobación de un proyecto de Ley que combatirá el islamismo, desde sus más profundas raíces, religiosas, culturales.

Didier Lemaire no es precisamente optimista. En su opinión, «La lucha contra el islamismo será larga. 

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