Terminó La Gira de la Reconstrucción de la Tauromaquia, con los dos festejos celebrados este fin de semana en la localidad de Ubrique, en plena sierra de Grazalema. Como bien saben todos ustedes, dos festejos que debieron de celebrarse el pasado 2020, pero que la pandemia no permitió.
En el primero de ellos se lidiaron cuatro toros de Jandilla, de justa presentación, cómodos, brochos y más que “Sospechosos de pitones”. Corrida muy mal presentada, pero que dio un juego donde destacó la nobleza y la clase en las embestidas. Hicieron este primer paseíllo dos jóvenes toreros sevillanos. Pablo Aguado y Rafa Serna. Apetecía ver a Aguado y no defraudó el sevillano, ya que sorteó el mejor lote de Jandilla.
Tuvo como primer oponente a un noble toro, al que le falto más empuje en la muleta, pero que rebosaba nobleza en sus embestidas, donde lo mejor de Aguado vino por el pitón izquierdo. Su segundo oponente, de nombre “Jaramago” un astado que derrochó clase, nobleza y temple en sus embestidas a raudales, con el cual Pablo Aguado estuvo a la altura de semejantes embestidas.
Toreó muy bien con el capote y variado, pero lo mejor del sevillano vino con la franela, donde dejó pasajes realmente antológicos
Otra vez el punto alto de la faena, fue por el pitón izquierdo, donde Aguado templó las embestidas y tuvo la virtud de reducir los embites al de Jandilla, benditas muñecas las del sevillano. Remató de media estocada, descabelló y cortó las dos orejas y a “Jaramago” se le premió con la vuelta al ruedo, premio excesivo en nuestra opinión.
Rafa Serna sorteó un lote complicado de Jandilla, su primer oponente no le dio la mínima opción. Lo mejor de Serna, vino con el cuarto y último astado. Un toro muy noble pero escaso de fuerzas, donde Serna estuvo acertado con el planteamiento de faena, porque le dio al Jandilla lo que pedía, temple, toques suaves, jugo con las alturas de la muleta, faena técnica e importante, la cual le va a servir para volver a tener sitio en la cara de los astados.
El triunfador de la tarde fue Aguado, pero Rafa Serna, dejó importantes argumentos a tener en cuenta
Ayer Domingo puso el colofón a esta Gira de la Reconstrucción una corrida con el hierro de Núñez del Cuvillo, también escasa de trapío, muy cómoda y más que “Sospechosa de pitones” donde hicieron el paseíllo, el torero riojano Diego Urdiales, junto con el onubense, David de Miranda, que a la postre fue el triunfador.
Un David de Miranda, que sorteó el mejor lote de Cuvillo, que por cierto se esperaba mucho más de estos astados. Pero aun así, De Miranda tuvo un lote donde destacó la nobleza y las embestidas enclasadas. Con un primer oponente muy mermado de sus facultades físicas, pero que durante el trasteo, sacó un buen fondo de clase y permitió al torero onubense dejar buenos momentos, sobre todo por el pitón izquierdo.
Y en último lugar, De Miranda, sorteo a “Feriante” un buen toro de Cuvillo, con nobleza, ritmo y clase en sus embestidas, con el cual el joven David de Miranda volvió a dejar un más que interesante trasteo, por ambos pitones, que a pesar de marrar con los aceros, le sirvió para cortar la oreja, que sumada a la primera que había cortado a su oponente, le hicieron el triunfador de la tarde.
A “Feriante” como paso el día anterior con el toro de Jandilla, se le premió con una excesiva vuelta al ruedo. En cuanto a la actuación del riojano, Diego Urdiales, el cual volvía a vestirse de luces 525 días después de su última actuación.
Esta Gira de la Reconstrucción tuvo dos fechas en Logroño, haya por el mes de noviembre, con sendas corridas de Victorino y Miura. Qué mejor sitio, para que Urdiales se hubiera vestido de torero y no hubiera pasado el 2020 en blanco, qué mejor sitio que su plaza, su tierra y su afición para defender la Tauromaquia ¿no?, pero es mejor torear en Ubrique, Cuvillos, festivaleros y “Afeitados”. Y ayer Urdiales sorteó un lote de pocas, o ninguna opción, donde también el torero acusó la inactividad de tantos días sin vestir de torero.
Aun así dejo algún detalle, sobre todo con su segundo oponente. Pero donde sobre todo se le notó a Urdiales la falta de torear fue con los aceros, dando sendos “sainetes”
Resumiendo, un fin de semana interesante en lo artístico, con la apoteosis de Pablo Aguado, el triunfo más que interesante de David de Miranda y las buenas sensaciones de Rafa Serna. Lo peor, la presentación de los astados de Jandilla y Cuvillo, porque no debemos olvidar, que estábamos construyendo, no destruyendo, y debemos dar mejor imagen y dejar mejor sabor de boca, sobre todo al final.