Entre el personal sanitario riojano se ha extendido la siguiente frase en los últimos meses: «El sistema no está tensionado, esta totalmente colapsado». La situación se habría vuelto especialmente complicada para los servicios de urgencias estos días.
A día de hoy hay ambulancias esperando para poder dejar a los enfermos en las salas de espera o en los boxes. Hay esperas de horas, incluso días, para poder acceder a una habitación. Ese es el día a día de las urgencias del sistema sanitario riojano en estos momentos que lleva a la desesperación a muchos médicos y enfermeras que ven cómo no se refuerza al personal.
La situación ha llevado a que el Servicio Riojano de Salud (SERIS) a poner en marcha el Plan de Contingencia para hacer frente a la alta presión hospitalaria que se está registrando en los últimos días en el Hospital Universitario San Pedro de Logroño. Dicho centro se encuentra con una ocupación que supera el 95 por ciento desde este lunes.
El doctor Ángel Laspeñas es el responsable de Sanidad en CSIF La Rioja ha realizado las siguientes declaraciones: «Lo venimos advirtiendo desde hace semanas. Al menos ahora se reconoce que existe el problema, porque es insostenible la situación y lo han estado negando hasta ahora». El colapso es evidente. «Nos han estado vendiendo que era una situación normal, pero lo que vivimos cada día es una situación de colapso. Solo hay que pasarse por el CARPA a determinadas horas y ver a gente esperando en la calle, eso no es normalidad», comenta asegurando que el Plan de Contingencia puede «solucionar una situación puntual pero no va a atajar el principal problema: la falta de personal».
Asimismo, el doctor se ha encontrado hasta con nueve ambulancias esperando para dejar pacientes en las urgencias del San Pedro. «Eso es un problema grave, porque la ambulancia que viene de Cenicero a las urgencias del San Pedro y está ahí tres horas no está donde tiene que estar por si hay alguna otra urgencia», asegura.
La falta de recursos está haciendo que «haya gente en los boxes hasta tres días a la espera de una cama».
Según Ángel, el problema de raíz llega del colapso del sistema en general. «Si la gente está mal y su médico de Atención Primaria no le puede atender porque tiene a sesenta personas ese día o no le dan cita hasta dentro de diez días, pues termina yendo al CARPA, y si allí tiene tres horas, va al hospital».
Roberto Mendaza es el secretario de Salud de UGT declaraba hace pocos días: «Este es el cuento de cada invierno. Parece que vivimos en el día de la marmota. Saben que en estas fechas sube la demanda asistencial y que siempre hay colapsos. No es falta de previsión, es un problema de inacción».