Hace pocas semanas recibimos la noticia de que el crimen ha crecido exponencialmente en Madrid durante estos meses de pandemia; hasta el punto de que en las inmediaciones de la Casa de Campo se ha registrado un aumento de un 600% en el número de crímenes.
Por otra parte, Madrid no es, ni mucho menos, la única ciudad española en la que ha aumentado notablemente el crimen en los últimos tiempos.
La propia policía señala a los menas (menores extranjeros no acompañados) como uno de los principales factores que explican este espectacular crecimiento de la inseguridad ciudadana, las peleas y los robos violentos a lo largo y ancho de la geografía española.
Lo cierto es, que la oleada de crímenes coincide con la apertura en Casa de Campo de un centro de internamiento para menores extranjeros no acompañados.
El pasado 30 de septiembre una señora de 63 años fue asaltada Casa de Campo por medio de la brutal técnica del mataleón. Además de los fuertes golpes recibidos, los delincuentes robaron 800 euros a la señora y le rompieron a propósito, según el testimonio de la víctima, un audífono valorado en 1300 euros, que cayó al suelo durante el forcejeo y fue pisoteado a voluntad por uno de los delincuentes.
La mujer fue asistida en un centro médico debido a las múltiples lesiones. Tras recuperarse, interpuso la denuncia en la comisaría de Moncloa-Aravaca. No pudo identificar con claridad a los autores, aunque aseguró que eran dos jóvenes magrebíes.