Los ministros de Defensa de la Unión Europea darán este martes el primer visto bueno a crear unos grupos militares de intervención rápida que permitan al bloque europeo actuar en situaciones de emergencia con hasta 5.000 efectivos.
La medida ha sido criticada por sectores nacionalistas y de derechas, puesto que ven en esto un primer intento de crear una fuerza opresiva al servicio de Bruselas, lo que acabaría con el monopolio de la violencia que hasta ahora tenían los estados-nación.
Asimismo, la razón por la que se instó a crear este ejército al servició de la UE fue la imposibilidad de evacuar a un mayor número de refugiados durante la caída del Gobierno democrático en Afganistán en verano de 2021. En este sentido, parece que las misiones de este nuevo grupo de acción rápida va a ir en la línea de laborales «humanitarias» de discutido interés para los ciudadanos que van a tener que financiar dichas operaciones.
Esta medida es una de las propuestas estrella del Servicio de Acción Exterior de cara al debate sobre la ‘brújula estratégica’, la búsqueda de una posición común sobre las amenazas geopolíticas y la defensa europea.
A lo largo de estos meses, se irá dando forma a un plan que tendrá que ser aprobado en la cumbre de líderes europeos de marzo.
El objetivo es contar con un grupo de hasta 5.000 militares con componentes terrestres, marítimos y aéreos que estén operativos ya en 2025.
Aunque todavía quedan muchos aspectos por definir, fuentes europeas explican que la idea es agilizar la toma de decisiones para que estos batallones se puedan desplegar en cuestión «de días o semanas» y su coste se afronte de manera colectiva entre los veintisiete.
Acerca de la toma decisiones, la propuesta comunitaria no toca la regla de la unanimidad, pero si busca flexibilizar la interpretación de los tratados para que un grupo de Estados miembros pueda lanzar una misión por sí mismo con el amparo de la UE.
El objetivo es que los Veintisiete ganen en autonomía militar y pueda actuar cuando y donde sea necesario.
En realidad el bloque europeo ya cuenta con instrumentos militares para poner en marcha esta idea, pues desde 2007 introdujo el concepto de grupo de combate y fijó los criterios y procedimientos para realizar estos despliegues ante situaciones de crisis.