Como ya ocurrió en 2019, el criterio fijado para la participación en los debates televisados entre los candidatos a la Junta de Castilla y León es cuanto menos cuestionable. En esta ocasión excluye a Vox y a Unidas Podemos (así como también a UPL y Por Ávila). Sin embargo, tienen en cuenta a Ciudadanos, un partido que luchará en estos próximos comicios por conseguir siquiera uno o dos escaños en la Junta.
La Ley electoral autonómica dictamina que podrán participar en los debates aquellos partidos políticos que dispongan de grupo propio en las Cortes, lo que automáticamente excluye a las fuerzas políticas anteriores a pesar de estar en el grupo mixto alguna de ellas. Esta decisión fue ratificada en 2019 por la Junta Electoral.
Mañueco, Tudanca e Igea tendrán que lidiar entre ellos. Mientras tanto, los candidatos del resto de partidos quedarán sin voz en la tv pública castellanoleonesa.
El líder de Vox, Santiago Abascal, no ha tardado en expresar su malestar con la decisión por Twitter.
Abascal ha anunciado que recurrirán la decisión dado el caso aunque no tenga grupo propio en Cortes.
Recurriremos y llevaremos nuestro mensaje de esperanza, futuro y alternativa a cada rincón de Castilla y León.