Las putas que libraron a España del Sanchismo

Las meretrices y el socialismo van intrínsecamente unidas desde siempre y no sólo las del conocido Tito Berni.
Allá donde hay una raya de farlopa, hay un socialista de la Brigada del Tito Berni o de la de Roldán y compañía, esnifando perico antes, durante y después del polvo. Por supuesto gratis total, no lo digo yo, lo dicen las imágenes y los vídeos publicados hasta ahora.
Donde hay guita que malversar, empresario que extorsionar, ayuntamiento que saquear, botín que asaltar, mercadería que robar o puticlub que cerrar, hay un socialista de los cenáculos del Tito Berni con los bolsillos sin fondo, la cartera llena, la codicia en máximos, las manos muy largas y la boca llena de basura democrática y progresista.
Haciendo memoria, resulta que Asclepios le salvó la vida a una serpiente. Agradecida, esta le lamió las orejas a Asclepios para transmitirle los secretos curativos de las hierbas y las plantas, y así nació la farmacopea.
Luis Roldán, el Tito Berni, Indalecio Prieto, Largo Caballero, Juan Negrín y demás socialistas les lamieron las orejas las putas de Babilonia y los Cuarenta Ladrones de Alí Babá, pues en su célebre Cueva es donde nació el socialismo que previamente, ya había visto la luz en los burdeles de la Babilonia antigua, en los que los paleosocialistas fornicaban sin pagar ni parar, a cambio de darles un mitin feminista a las compañeras meretrices.
Hagamos un poco de Memoria Histórica, no tan alejada de las luces rojas de los puticlubs ni de nuestros días
Después de iniciarse el Alzamiento Nacional en el 36, los socialistas de El Ferrol acuden en masa a quemar la iglesia en la que se bautizó a Franco, y da la casualidad que entre la horda del PSOE y el pórtico del templo sólo se interpone la madamme de los dos burdeles más prósperos del Ferrol quien, dirigiéndose a los socialistas, les lanza una advertencia que era la peor de las amenazas: “O arrojáis las antorchas y las mazas, o esta noche todas vuestras mujeres sabrán dónde vais y qué hacéis cuando salís del trabajo”, hoy la iglesia sigue en pie, no digo más.
Así que el antepasado del Tito Berni ordenó ¡media vuelta! y todos a la casa del pueblo a por los famosos “Vale por dos polvos con la Lola” y a ponerse hasta las trancas de tintorro, que era la farlopa de entonces, a cuenta de los señoritos de aquel entonces, hoy somos los que nos latrocinian la nómina.
Socialismo eterno, desde los burdeles de Babilonia a la Cueva de Alí Babá, y desde el Patio de Monipodio a la calle Ferraz y al Congreso de los Diputados.