Las dos caras de Pablo Casado

«Este partido ha pagado un tributo de sangre, que ahora pisotean personas como ustedes”.

Pablo Casado – Presidente del Partido Popular

Acusar a quien ha sufrido en sus carnes las crueles embestidas de la ETA, a quien ha enterrado a amigos asesinados por esa banda terrorista de pisotear la sangre de esos mismos amigos, es lo más nauseabundo que he oído en mucho tiempo. Es muy difícil caer más bajo

Estas infames palabras fueron dichas por el presidente del Partido Popular. En ellas, lo único que dejaba patente es que además de ser un político mediocre, nivel Sánchez o inferior, también posee “virtudes” hasta ahora desconocidas. En esas coces verbales se pudo ver el defectuoso material humano del que está hecho. Se pudo ver la inquina, la maldad y la miseria más asquerosa de la que suele hacer gala el socialismo, pero en este caso pateando la cara “a mi amigo Santi”, que es como solía llamar a su ya examigo y líder de Vox. Lamentablemente, se vio lo que nunca se debió ver.

¿Quién es Casado? ¿Qué méritos aglutina? ¿Cuál es su currículo? Nadie. Nada. Ninguno

Casado fue un desconocido hasta que, tras ganar el congreso a la favorita del partido, Soraya Sáenz de Santamaría, la mano “centrista” del centrifugado Rajoy, ascendió a la presidencia del Partido Popular. Este hecho le dio cierta independencia del establishment de Génova 13, pues ganó contra todo pronóstico.

Cierto es que lo hizo con un discurso renovado, fresco y patriótico, un auténtico misil dirigido a las acomplejadas estructuras de poder de su partido, que a mí logró engañarme, pero que resultó ser más falso que la tesis de Sánchez. Cierto es que en muy poco tiempo nos dejó claro que su discurso era solo retórica, palabrería sin anclajes ni resortes morales, y que sus principios políticos oscilaban entre el cero y la nada. Cierto es que solo me engañaste esa vez. Ya te conozco. Ya te conocemos. Ya no engañas a nadie.

El que fuera el chico de los recados de Aznar, solía llevarle la maleta, no ha sabido estar a la altura que exigía el momento y ha abrazado lo peor que ha exhibido el Partido Popular: los complejos y la cobardía (dejaremos la corrupción para otro momento). El problema es que venía a barrer a esos complejos que, al final, han terminado barriéndolo a él. A aquel Casado que dijo ser y que nunca ha sido.

Se cuentan en los mentideros que el discurso de marras que fue la voladura de todos los puentes con VOX, partido que le ha dado el poder que ejerce, se gestó en el “sanctasanctórum pepero” de FAES. Allí, clarividentes mentes decidieron humillarse ante el sanedrín rojo y cortar el nudo gordiano con la inusitada virulencia de la que había adolecido – Casado – para atacar al comunista gobierno, los independentistas, antisistemas o los herederos de la ETA. Con ellos no, con VOX sí. Había “cruzado el rubicón” pisoteando y escupiendo a sus socios. Brillante táctica de célebres estrategas que han dejado a Sir Winston Churchill a la altura de Adriana Lastra.

“No somos como vosotros”, le espetó. Mira Pablo, te hablaré de tú porque no te mereces que lo haga de usted. Tú no eres ni podrás ser como Santiago Abascal. Porque mientras tú disfrutabas de las bondades de los “cheques en blanco pagado por papá” en los colegios privados y universidades más elitistas, dónde nadie osó llevarte la contraria para evitar traumas psicológicos que deviniesen en imposibles fracasos académicos, Santiago Abascal tenía que ir escoltado a la universidad.

Mientras tú estabas en NNGG e ibas a votar cómodamente, él, para hacerlo tenía que abrirse paso entre una maraña de alimañas etarras que, además de intentar agredirle y amenazarle de muerte, lo bañaban a escupitajos. ¿Te imaginas lo que suponía ir en una lista electoral allí? Tú no eres capaz de imaginarlo, él lo sufrió.

Mientras tú vivías plácidamente entre algodones, él, si quería hacer deporte, ir a la tienda, pasear con su familia o cualesquiera otras actividades cotidianas debía hacerlo protegido o muy probablemente, su padre, Santiago Abascal Escuza, también víctima de la ETA, jamás volviese a verlo con vida. ¿Ves la diferencia entre tú y él?

Él, ni en clase estaba tranquilo, pues compartía aulas con algunos de sus aspirantes a verdugos. Él y su padre tuvieron que defender con uñas y dientes, incluso arriesgándo la vida, las siglas de un Partido Popular que gente sin principios y niños de papá como tú habéis dilapidado. Él estaba vigilado las 24 horas por escoltas a los que literalmente les debía su vida. Esa vida que no era privada ni íntima, pues se circunscribía a la inseparable compañía de Policías y Guardias Civiles que no lo podían dejar solo ni un minuto. Claro que no eres como él. Y, ¿sabes que es lo peor? Que nunca lo vas a ser.

Tú, que decías ir contra todo lo que representaba lo peor del Partido Popular, hoy eres un juguete roto, el brazo ejecutor de la izquierda. Por eso fulminaste a Cayetana Álvarez de Toledo, de lo mejor de tu partido. Por eso has estado a un paso de hacer lo propio con Isabel Díaz Ayuso, más válida que tú. Por eso, por cobardía, por complejos, por miedo a que te señalen y te llamen “facha” harás todo lo que la izquierda te pida. Por eso, los españoles hemos tenido que votar con la nariz tapada al Partido Popular, y comprobar cómo nuestros votos no servían para nada, pues gobernando gente como tú, quien mandaba era la izquierda.

Porque hasta la irrupción en el tablero político de Vox, las personas de bien que defendemos la unidad nacional, los derechos y libertades, la igualdad real entre españoles, el libre mercado, la seguridad jurídica, etc. Los que habitamos en las antípodas ideológicas de este socialismo enfermo que solo trae ruina, paro y colas del hambre, estábamos obligados a someternos a los complejos de un partido al que votábamos pero nunca nos representó.

Un partido que ha vivido de los votos de la derecha, pero que ha gobernado para la izquierda. Un partido cuya consigna siempre fue no molestar al rojerío, no crispar. Un partido que, siguiendo las tesis sociatas, so pena de ser insultado, ha borrado la palabra “derecha” de su vocabulario, y la ha sustituido por el centro. Ahora eres de radical de extremo centro. La mamarrachada habitual de los que adolecen de principios o se muestran incapaces de defender aquello en lo que creen, si es que existe esa creencia, que en tu caso es una utopía. Mejor decir que eres de centro a dar la batalla cultural…

Hace unos días me enteré que habían sido destituidos don Álvaro Zancajo y doña Carmen Estero de sus puestos como director de informativos Canal Sur y directora corporativa de RTVA, respectivamente. Sentí vergüenza del partido al que votaba y pertenecía. Por eso he decidido redactar las presentes.

Si fuese una decisión avalada por una deficiente actuación profesional, nada podría alegar. El problema es que la historia se repite, pues ha valido una huelga política de los socialistas disfrazados de sindicalistas para que el gobierno de la Junta claudique e hinque la rodilla, y en señal de rendición convertida en otra humillación, entregar en bandeja de plata la cabeza de dos profesionales cuyo delito ha sido actuar precisamente como verdaderos profesionales, y no como alfombras del poder político.

Todo para contentar a la izquierda sindicalista andaluza, cuya obsesión con los citados profesionales era equiparable a la mostrada con las mariscadas, la cocaína y las prostitutas, y la responsable de los mayores casos de corrupción de Europa. Es preocupante la querencia por la humillación del PP, no pasa una semana sin realizar su genuflexión ante los sociatas.

Lo reseñado en el presente solo tiene que ver con los dirigentes de ese partido. Nada es contra sus votantes, personas de bien, trabajadoras, honradas y patriotas que desean lo mejor para España y los españoles. Ellos son mejores que su partido. Ellos se merecen mucho más que su partido.

Humildemente, te invito a reflexionar y pensar seriamente el sentido de tu voto en las próximas elecciones. ¿Por qué? Porque el voto útil del PP solo es útil para la izquierda. Porque el Partido Popular nunca ha estado a tu altura ni ha dado la cara por ti. Nunca ha dado la batalla ideológica. Nunca ha gobernado para ti, y sí para contentar a la izquierda, comprando el perdón sociata con billetes que llevan impreso el símbolo de la cobardía. Tuvo 186 diputados, ¿qué hizo? Nada. No abolió la ley infame de memoria histórica, ni las políticas de género, en la práctica odio al hombre, no bajó impuestos, no actuó como exigía el golpe de estado en Cataluña, y un largo etcétera de que lo imposibilitan para gobernar.

¿Qué hará con 100-105 diputados? Nada. Piénsalo, amigo. España y nuestra democracia está en juego

Esto ha sido “la conjura de los necios” de los druidas de FAES, que sobrados estulticia y bellaquería, atacaron al que todo le dio sin pedirle nada. Vieron en VOX lo que tendrían que haber visto en el gobierno. Trataron a Vox como debían haber tratado a socialistas-chavistas-bilduetarras. Eso sí, consiguieron alabanzas y aplausos de los que nunca lo votarán, empezando por el “vicemoños” y su comitiva de sucios, y el desprecio del que lo votaba y nunca más lo hará. Podía haberse abstenido o votar en contra de la moción, pero no hacía falta caer tan bajo ni intentar humillar a nadie.

Pablo Casado, tú seguirás arrodillándote ante el socialismo porque no sabes ni te atreves a hacer otra cosa. Él, Santi Abascal, seguirá dando la cara por España y los españoles. Tú portas la bandera de la cobardía, Abascal ondea la bandera de la valentía defendiendo aquello en lo que cree: España. Yo seguiré contándolo. Continuará porque continuarás… sin ser como Abascal.

4 comentarios en «Las dos caras de Pablo Casado»

  1. Nada que añadir a su articulo, pues define con total claridad y contundencia una realidad, sobre todo una decepción del señor Casado, pues después de aquel discurso que le llevo a la cumbre del PP, nadie se imaginaba que fuera Rajoy con la mascara de Casado. Es decir, un trampantojo político y una estafa a los ciudadanos. Pero esperar algo del PP es ya una ilusión óptica que se nos va de las manos. Con su pasado, que ni mencionar quiero y el presente de casado lo ha hipotecado a los enemigos de la democracia, pues hasta aquí llegan, ya no tienen futuro, o el mismo futuro que un azucarillo en el café. Si yo fuera mago, que no lo soy, los haría desaparecer, pues es lo que se merecen.

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  2. Radiografía perfecta.
    Casado representa el gran engaño, la gran traición a sus votantes y así mismo.
    El reformista que en la primera adversidad volvió a la servidumbre de la izquierda.
    El único capaz de intentar asesinar políticamente al que llamaba amigo, para sentir la brisa de los aplausos de la izquierda radical, y de unos medios de comunicación perrunos.
    Una decepción y una ignominia.
    Solo espero que sus votantes se desprendan del sectarismo siempre oculto en los miedos del estigma.

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    • Muchas gracias, Fran y Antonio. Es una placer recibir sus críticas. Opino que es una obligación moral hablar de aquello en lo que creemos y, sobre todo, en lo que no creemos… Casado. Para mí ha sido un gran fracaso, pues llegó ondeando la bandera contra todas las cuestiones que ahora él defiende. Podríamos decir que es Pablo Fracasado. De nuevo, muchísimas gracias por tener la amabilidad de leerlo y escribir esta crítica.

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  3. Simplemente excepcional. Verdades como puños que ha sacado a la luz sobre el incompetente y cobarde de Pablo Casado. Lo ha bordado Miguel.

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