La Tauromaquia en las redes sociales

Hoy en día es impensable, vivir sin las redes sociales, todo se comparte en estos medios de comunicación, todo se cuenta, todo está escrito, y lo que es mejor, nos enteramos de lo que está aconteciendo prácticamente en directo.

Hasta ahí todo fenomenal, pues es la evolución de la sociedad, de las nuevas tecnologías, las cuales nos mantienen informados y unidos. Todo perfecto, y la tauromaquia también tiene presente o debería tener cabida, en estas redes de redifusión. Pero la realidad es bastante distinta, los ataques que ha estado y está sufriendo la tauromaquia en las redes sociales, no tienen parangón. Es inadmisible ver el acoso, la censura o las prohibiciones a las que se enfrenta la tauromaquia en cualquiera de las plataformas donde quiere estar presente. Solo basta intentar subir un video con cualquier faena taurina y simplemente salta la típica frase, “el contenido que está subiendo, puede herir la vulnerabilidad de algunas personas” esto es como mínimo.

Otras veces automáticamente, lo cancelan o le cierran la cuenta, o lo que es aún peor la hackean. Parece que hay un sentimiento unido, y en común apoyo para el veto de los toros en cualquier plataforma digital, todas las redes unidas en contra de la tauromaquia, o lo que es peor, unidas para acabar con ella. Algo que no entendemos, cuando debería ser todo lo contrario, las propias redes deberían ser un medio de redifusión, para lanzar, proyectar, defender y enseñar la propia fiesta de los toros. Lo dijo el malogrado Víctor Barrio, “ la Tauromaquia, más que defenderla, hay que enseñarla” y qué mejor sitio que las redes sociales, para darle difusión, para hartarnos de darle “likes” o “me gusta” a los vídeos sobre tauromaquia, qué mejor sitio para difundir la fiesta de los toros que las plataformas digitales, donde las noticias van al instante, donde podemos estar conectados, todos los aficionados y así poder comentar cualquier faena o feria, y donde podríamos recopilar cualquier acontecimiento, y verlo cuando quisiéramos.

Pero no, en esta sociedad deplorable del sigloXXI, es mejor ver en cualquier plataforma, la degeneración, la depravación, el sacar lo peor de la raza humana, en vídeos absurdos e inaguantables, donde nos muestran las cosas cotidianas, que cada persona hace en su casa, perdiendo así su privacidad, su propia intimidad y todo para sacar un buen dinero y poder vivir con dignidad. Y nos parece muy respetable, por supuesto, cada uno hace con su vida lo que quiere y le dé en gana, siempre que respete, a los demás, que es en este punto donde falla el sistema.

Porque si la Tauromaquia es violencia, es asesinato, es sufrimiento, y no sabemos cuántas aberraciones más. Peor es ver a jóvenes adolescentes, viendo depravaciones, degeneraciones, canciones y vídeos donde se degenera a la propia mujer, y un largo etc… Porque si para muchos, la tauromaquia es repugnante, para otros es igual, o más repugnante, ver a adolescentes, que aún no tienen edad para votar, viéndolos en videos explícitos, con uñas postizas, maquillados, haciendo comentarios soeces y aún encima ganando unos buenos euros, por hacer estas aportaciones a la sociedad.

Siempre se ha dicho que la Tauromaquia es cultura, es arte, es sabiduría. Pero ahora en esta sociedad vuelta al revés, los toros son maltrato, asesinato. Y a todo esto, hay que decir que han hecho los propios taurinos. Pues echar más leña al fuego, porque viendo los ataques que sufre los toros, ellos no lo están poniendo nada fácil. Porque el taurino también quiere su trozo de pastel, en las redes sociales, también quiere cobrar sus euros por ver sus vídeos taurinos, también quieren cobrar su dinero por derechos de imagen y demás aberraciones.

Total, volvemos al punto de partida, entre el veto que estamos sufriendo en las redes sociales, unidos a que los profesionales taurinos, también quieren sacar su tajada y su buen dinero, además de todo ello sufriendo los constantes ataques sufridos últimamente, contra cuentas personales de profesionales del toro.

Qué nos queda, que la Tauromaquia esa que tanto se nos llena la boca defendiéndola, pues esté prácticamente desaparecida de las plataformas sociales, y no se le esté dando la cabida, que debiera de tener. Siempre hemos pensado una cosa, si en las plataformas digitales no se le pagase a nadie por subir ningún tipo de vídeo, sea de la índole que sea, cuánto cambiarían las cosas, cuanto mejor y más sano sería acceder a cualquier plataforma.

Entonces seguro que no habría “tránsfugas” queriendo huir de su país, para evitar el pago de impuestos. Y volvemos a las palabras del malogrado Víctor Barrio. La Tauromaquia, más que defenderla, hay que enseñarla. Y las redes sociales, bien utilizadas, serían un importante punto de partida. Tomen nota señores.

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