Hace ya 17 años que se cometieron los atentados del 11 de marzo de 2004 y la mayoría de ciudadanos creen que sus autores fueron unos islamistas desarrapados. Una supuesta célula vinculada a Al Qaeda, cuyos miembros, unos eran marroquíes, árabes, otros indios y diversas nacionalidades más, cada uno con su religión por supuesto, incluso se da la circunstancia que, dentro de la misma religión del islam, los había chiitas y sunitas, ambos incompatibles y enemigos acérrimos etc.
Pero qué casualidad que muchos de ellos eran confidentes de la policía, otros tenían una tienda de móviles, otros eran pequeños traficantes de la zona centro y otros, como digo, confidentes de la policía. Todo un batiburrillo incomprensible sabiendo cómo funcionan esas células yihadistas, que evidentemente lo hacen a través de células secretas entre sí, guiados por su radicalismo religioso y su interpretación del islam.
No son hinduistas, ni budistas, ni sintoístas, ni por supuesto son delincuentes de poca monta de la plaza del Dos de Mayo, de Lavapiés o de cualquier barrio del centro de Madrid, más preocupados por el día a día de sus pequeñas ventas de Hachís, otros, gestionando alguna pequeña tienda de barrio y la mayoría pretendiendo vivir medianamente en paz con sus cosas.
17 años desde aquel día de la vergüenza, la ignominia y la infamia. En aquel 11 de marzo del 2004 se quebraron muchas cosas en nuestras vidas, pero no ha bastado el paso del tiempo para olvidar aquella mañana y todos los hechos que ocurrieron antes, durante y después del atentado. De todo lo que sucedió a posteriori lo único que sabemos a ciencia cierta es que las vidas de 193 almas dejaron de existir y más de 2000 personas heridas de diversa consideración, entre ellos, mutilados, sorderas permanentes, todo tipo de estigma corporal, físico y psíquico, heridos en el corazón, en su vida y en su mente, para siempre, hasta la eternidad del alma.
Todos ellos tendrán el estigma de por vida y el sufrimiento en sus corazones, todo lo demás, es decir, la verdad que nos quisieron imponer, la verdad judicial, es tan solo eso: la versión oficial de los hechos como consecuencia de una sentencia judicial. Sentencia, y, por lo tanto, una “verdad” judicial muy contradictoria que nunca llegaría a aclarar la verdad real, la verdad ante Dios, la única verdad posible e indubitable. Todo lo contrario, pusieron una losa de enorme peso sobre los hechos, las pruebas, la instrucción y en definitiva sobre la única verdad posible.
En ningún momento voy a desvelar nada nuevo acerca de la posible autoría, entre otras cosas porque no lo sé (aunque tengo mi teoría y la expondré), ni tampoco voy hacer una reconstrucción de todos los hechos acaecidos, ni pretendo esclarecer aquello, tan solo pondré de manifiesto las múltiples contradicciones, entredichos, falsedades, pruebas falsas, actuaciones ominosas o deleznables de los que tuvieron responsabilidades, bien como investigadores, fiscales, policías, peritos, jueces, testigos, servicios secretos etc en el atentado más repugnante de la historia de Europa.
Periodistas valientes
Hay insignes personalidades del periodismo y de otras profesiones que ya han escrito mucho sobre este tema tabú del que casi nadie quiso hablar, entonces, ni tampoco ahora, a los cuales agradezco enormemente por haber sido una de mis fuentes de inspiración, como el honorable y magnifico profesional D. Luis del Pino, D. Federico Jiménez Losantos y otros como Gabriel Moris, Javier Somalo, Dieter Brandau, Luis Herrero, Carmelo Jordá etc. O a Libertad Digital, El Mundo, con Pedro J. Ramírez o Casimiro García-Abadillo etc. Todos ellos periodistas valientes que nunca se rindieron ante la adversidad.
Pero siguiendo la literalidad de la definición conspiración, fue un acto deliberado de un grupo de personas que se unieron para perpetrar un atentado e ir en contra de la legalidad, la autoridad y para cambiar un gobierno, o más bien, a un régimen, como así se está demostrando en nuestros días. “De aquellos polvos vienen estos lodos” o más bien fangos, putrefacción, corrupción, descomposición que es a donde estamos llegando en este punto de nuestra historia. Que nadie dude que el 11M fue el origen de todo, de hecho, “desde aquel día en España, todo es 11M” frase mítica de D. Federico Jiménez Losantos, un valiente periodista que siempre estuvo, está y estará del lado de las víctimas, defendiendo la libertad y la justicia.
Lo que pudiera haber sido la creencia de muchos que aquello fue una conspiración para cambiar un gobierno, ahora vemos con total nitidez que aquello fue un acto donde se inició el cambio de régimen en España. Pasar de una democracia consolidada, de una monarquía parlamentaria, de un régimen de libertades, igualdad y prosperidad, a un régimen totalitario, una especie de unión de repúblicas socialistas ibéricas donde la ley queda subyugada, aplastada por una dictadura comunista al estilo bolivariano.
Esto es lo que llevan ensayando más de 20 años los de la new era comunista, que es la viejísima, criminal y asesina de toda la vida. La doctrina marxista-leninista, para más tarde denominarse stalinista, pues Stalin fue el que adoptó toda la filosofía marxista-leninista y él, uno de los asesinos más terribles de la tierra, lo convirtió en stalinismo.
El 11M fue un acto planificado a la perfección, donde hubo 10 explosiones casi simultáneas en cuatro trenes en hora punta de la mañana, casi con precisión militar (por comparar los hechos, con una tremenda complejidad técnica y logística con los autores, los detenidos no sabían ni atarse el zapato, eran de religiones diferentes y antagonistas)
En el libro, Conspiración: Las conjuras del Poder, de José Manuel García Bautista se recoge con exactitud las grabaciones de los videos de los vagones donde se produjeron explosiones:
“Las explosiones tuvieron lugar en hora punta, entre las 07:37 y las 07:39. En la Estación de Atocha (tren n° 21431) (3 bombas), según la cinta de vídeo del sistema de seguridad de dicha estación: a las 7:37:47 ya se había producido la primera explosión; a las 07:38:36 se produce la segunda, en el coche 5; y a las 07:38:40 se produce la tercera, en el coche 4; en total se produjeron tres explosiones de dichas características. Los artefactos estaban situados en los coches 1,4,5 y 6.
En la estación del Pozo estallaron dos bombas, en Santa Eugenia una; y en un cuarto tren, en la calle Téllez otras cuatro bombas”.
¿Alguien piensa que esto no estaba calibrado de tal forma, que quienes lo cometieron sabían al segundo de una forma rotunda, profesional y al unísono, del efecto que iban a producir?
Desde luego hay que saber mucho de explosivos, de tácticas de guerra de guerrilla para hacerlo tan perfecto.
¿Cómo es posible que, viendo a todos los detenidos, “con estos mimbres” se puedan hacer estallar con precisión militar varios artefactos en cuatro trenes a la misma hora?
Pues miren Uds., creo que no es posible, salvo que tengas instrucción militar, policial o haber sido entrenado para tal efecto, cosa muy poco probable en todos los detenidos, que por cierto fueron más de 80 (se puso en libertad a la mayoría por no haber ninguna prueba o indicio de su participación, incluidos los que la acusación decía que eran los autores intelectuales). Ninguno de ellos hubiera sido capaz de ello, ni eran expertos en explosivos, ni tenían preparación para saber fabricar una bomba compleja para efectuar el máximo daño posible. Por cierto, las bombas no llevaban metralla puesto que ninguna víctima presentó restos de ella según la forense del caso, Carmen Baladía en su informe ante el juez.
Lo único claro es que los dos partidos mayoritarios, PP y Psoe y el resto de partidos de la época se pusieron de acuerdo en “tapar” todo lo que fue el 11M incluidas las victimas que produjo ese terrible atentado que han sido silenciadas y casi olvidadas, tan solo se acuerdan de ellas todos los años en el recuerdo de conmemoración de ese abominable atentado y cada vez menos.
El arma del crimen
Y otra cosa que también ha quedado demostrado ante la opinión pública, al menos todos aquellos que han querido saber, es que a pesar que en el juicio se dijo que el explosivo había sido goma-2 Eco, posteriormente en una prueba pericial solicitada al juez Bermúdez, esta dio como resultado que el explosivo había sido sin ningún género de duda Titadyn con cordón detonante puesto que en los escasos restos que se lograron guardar y no destruir apareció restos de nitroglicerina y dinitrotolueno, componentes que en ningún caso está en la goma-2 Eco y si está en la dinamita, el dinitrotolueno sólo está presente en los tipos de Titadyn 30F y 50F. es decir, lo que estalló en los trenes no fue goma-2 Eco y “vale ya” como se atrevió a decir la fiscal del caso Olga Sánchez cuando dijo aquello de “es goma-2 Eco y vale ya”, naturalmente tuvo que dimitir cuando se hizo el último y más extenso peritaje como se verá en el video que aporto a este artículo.
No olvidemos que todas las pruebas del 11 M fueron destruidas de inmediato. Prácticamente a las pocas horas alguien ordenó que se destruyeran todos los trenes, que se llevaran a diversas fundiciones para destruirlos. Todos los enseres y ropas de todas las víctimas fueron incineradas y destruidas. Nadie sabe quién dio la orden, no consta en ningún sumario, ni tampoco se ha acreditado diligencia alguna. Lo que si está claro, que todas las pruebas judiciales, sobre todo en un atentado de estas características, máxime siendo el mayor atentado terrorista de la historia de Europa, las pruebas permanecen años, incluso décadas custodiadas y guardadas a buen recaudo. Nadie en su sano juicio ordena destruir las pruebas, los vagones, las ropas, los enseres sin haber una trama conspirativa sobre este atentado criminal.
Acabo de leer su artículo y debo decir que me ha gustado. Sí, es muy duro, pero también muy cierto. Estoy convencido que nada fue por casualidad y que todo tenía un claro objetivo: alcanzar el poder al precio que fuese. Ahí empezó todo. Solo espero que algún día sepamos qué ocurrió realmente, no la historia que nos han contado, y poder juzgar a los culpables. Enhorabuena por su artículo.
Todo tenia un claro objetivo.Enhorabuenapor el magnífico articulo
Me gustaría poder leer una segunda parte!!??
Cuando están involucrados determinados partidos, nada pasa por casualidad.
Estoy totalmente de acuerdo con esta teoría.
Gracias por mantenernos informados.
Felicidades ! Me encantan todos sus artículos.
Muchas gracias a todos por sus opiniones y por sus apoyos. Todos tenemos la obligación de ser críticos contra las imposiciones de poder, las mentiras y falsedades que coorompen las mentes de los ciudadanos, sobre todo ante hechos tan abominables como lo ocurrido el 11M.
Todos somos responsables y debemos de exigir la verdad ante quien nos la quiere negar.
Esperando impaciente la segunda parte.