La nueva medida de Yolanda Díaz que el PSOE intenta aprobar a toda costa y que acabará por destruir la hostelería y a los autónomos: la «ley rider»

La «ley rider» una «medida estrella» postulada por Yolanda Díaz que lleva meses parada mientras sindicatos, patronales y Trabajo discuten sobre ella, parece estar de vuelta sobre la mesa en un último borrador entregado la semana pasada al que diferentes periódicos han tenido acceso.

Estos últimos meses, con las restricciones que impiden que la hostelería sea capaz de trabajar, muchos profesionales se han embarcado en la comida a domicilio, la única alternativa legal en tiempos de cierre total, que les permite seguir trabajando, aunque sea en menor medida.

Son las plataformas como UberEats, Glovo o Deliveroo las que luego repartirán la comida de los restaurantes asociados con ellos a través de los repartidores adheridos a éstas. Y es precisamente la relación entre dichas plataformas y los repartidores «riders» la que está siendo objetivo de este nuevo ataque.

Para Yolanda Díaz, estos riders, autónomos que pueden ofrecen sus servicios a un amplio número de plataformas a la vez, trabajan para éstas. Según sus palabras «una persona que va en bicicleta no es un emprendedor, sino un simple trabajador».

Concretamente la ley especifica:  «En aplicación de lo previsto en esta ley concurre la condición de empleadora en aquellas empresas proveedoras de servicios de intermediación en línea a través de plataformas, aplicaciones u otros medios tecnológicos informáticos o digitales que sean agente primordial de la actividad en el mercado o aporten o controlen los activos esenciales, aun cuando las facultades empresariales de organización, dirección o control se manifiesten de forma implícita o indirecta, sea o no a través de la gestión algorítmica del servicio, incluyendo los supuestos en que una eventual flexibilidad por parte de la persona trabajadora en la ejecución del trabajo sea solo aparente, bien llevar aparejada la posibilidad de cualquier consecuencia negativa o perjuicio algorítmico, bien poder tener repercusión en el mantenimiento de su trabajo, en su volumen o en el resto de sus condiciones de trabajo.«

El presidente Jordi Mateo de la Asociación Profesional de Riders Autónomos (ATRA), que se vería gravemente afectada por esta ley ha declarado que:  «va a obligar a todas las compañías a contratar a todos los riders, trabajen con algoritmo o no. No les va a dar opción a seguir siendo autónomos, que es lo que quieren muchos repartidores porque así ganan más dinero y tienen más flexibilidad».

Los riders escogen los trabajos cuando lo desean, pueden ir perfectamente en coche además de en bicicleta y no están vinculados a una sola plataforma como si fueran empleados suyos. Las medidas que se tomarían obligarían a hacer de estos riders, asalariados, con la consiguiente pérdida de la condición de autónomo, la libertad que actualmente impera en este servicio y sin contar con la cantidad de personas que perderían esta fuente de ingresos.

Los costes que conllevaría la contratación de repartidores en régimen general a las plataformas inevitablemente repercutirían en la hostelería y luego en el ciudadano que use el servicio.

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