La semana pasada la Guardia Civil recibió un lote de 300 nuevos cascos antidisturbios y otras 300 máscaras antigás para la protección de los agentes estacionados en la frontera con Melilla.
Este material está destinado a sustituir el que está en uso actualmente que está demasiado viejo y dañado como para ser útil. Cabe recordar que los inmigrantes ilegales que intentan entrar a través de la valla de Melilla actúan con gran violencia asaltando la frontera con ganchos y lanzando piedras y toda clase de objetos contra la Guardia Civil a fin de facilitar su entrada.
No obstante, la entrega de material ha sido considerada insuficiente
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la más veterana de la Benemérita que tiene representación por la escala básica en el Consejo de la Guardia Civil, ha denunciado la poca cantidad de material recibida que:
«Imposibilita un uso individualizado».
Tal y como han explicado, se han repartido 250 unidades. De éstas, la mitad irá a los agentes destinados a la comandancia y la otra a los Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS).
AUGC ha señalado que
«Las necesidades de los guardias civiles no quedan cubiertas totalmente. Una vez más, el material tendrá que pasar de unos a otros sin que sea posible un uso individualizado del mismo. La seguridad de todos agentes debería ser una cuestión primordial, más con las situaciones vividas en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, pero vuelve a quedar reflejado que la Dirección General no está a la altura de las circunstancias ni de los miembros que prestan servicio».