En política como en la propia vida siempre debería prevalecer la verdad sobre la mentira, la palabra dada sobre el engaño. Desde pequeños nos enseñan a que con la verdad se llega más lejos y con ella puedes ir donde quieras y que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
De la verdad se desprende la confianza, valor que debería ser oro en todos los ámbitos de la vida. Confianza hacia tu familia, confianza hacia tu pareja, hacia tus hijos, hacia tus clientes, hacia tu jefe ¿hacia los ciudadanos? También.
Los representantes políticos, en primer lugar son personas, con determinados valores y con una cierta ideología, en base a la cual gestionarán los problemas de los ciudadanos. Podremos estar más de acuerdo con unos y menos con otros, pero siempre con un valor por encima de todos la confianza, la cual emanaba de la verdad y hacia honor a la palabra dada.
Tiempo atrás quedaron los tiempos donde una mentira era castigada por los ciudadanos, mediante el voto o protestas dando lugar a la dimisión. Pues bien, vivimos en una etapa donde la mentira no es castigada por muy escandalosa que sea y eso da lugar a que un partido político pueda hacer y decir lo que estime necesario para conseguir su objetivo, con independencia de sí es verdad o no, puesto que no será penalizado.
¿Cómo hemos llegado a esta situación?
El mensaje debe de llegar al ciudadano y para ello es clave el control de los medios de comunicación, los cuales nos harán llegar el mensaje gubernamental y nos dirán que es lo importante y que no. Aquello que no se emita, no será importante. Con lo cual tendremos a un ciudadano que sólo ve, escucha y lee el mensaje institucional, con independencia de si es verdad o mentira, porque lo que importa es el hoy y el ahora, mañana ya veremos el mensaje que comunico.
¿Cómo controlar los medios?
Hay muchas formas de controlarlos, pero algo que nunca falla es el dinero, vía campañas gubernamentales del tipo #SALIMOS MÁS FUERTES, #NADIE SE QUEDA ATRÁS, las cuales costaron a los españoles millones de euros.
Recientemente hemos asistido a una batalla en el reparto de los cargos en RTVE por parte de PSOE, Podemos y PP, sólo por una razón, el control del mensaje de una RTVE pública que debería ser de TODOS los españoles.
¿Por qué?
Cuando detrás no hay nada productivo, cuando sólo está el interés del poder, se llevan a cabo políticas de marketing, que nunca llegarán al ciudadano, políticas cortoplacistas, la cual me permite decir lo que quiera puesto que mañana trasladaré otro mensaje, el cual tapará el del día anterior.
Parece que funciona por lo acontecido con este gobierno socialcomunista, y para muestra un botón:
- Pedro Sanchez cuando era candidato del PSOE:” algunas comodidades del bipartidismo nos han hecho peores, por ejemplo yo no estoy de acuerdo en que seamos los partidos políticos los que decidamos el órgano de gobierno de los jueces. Estoy dispuesto a renunciar”.
- “No podemos permitir que la gobernabilidad de España descanse en partidos independentistas”
- “No hay mucha diferencia entre lo que dice la ultraderecha en España y los independentistas en Cataluña»
- “Ni antes ni después ni durante va a pactar el PSOE con el populismo de Podemos. Con Iglesias a ningún lado»
- “Sería incapaz de pactar con el populismo que nos lleva a la Venezuela de cartilla de racionamiento”
- “si quiere se lo digo cinco veces o veinte, con Bildu no vamos a pactar”
- “clarísimamente ha habido un delito de rebelión y de sedición y en consecuencia deberían de ser extraditados los responsables políticos”
- “no voy a permitir, con todos los respetos hacia los votantes de Esquerra Republicana, que la gobernabilidad de España descanse en partidos independentistas”
- Fernando Simón: «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado» ,esperan que «no haya transmisión local y en ese caso sería muy limitada y muy controlada»
- Fernando Simón dijo que no tenía ningún sentido que las personas sanas usasen mascarillas.
- Por su parte, Illa pedía «no caer en alarmismos» y desaconsejaba «ir con mascarillas por la calle»
- La cuenta oficial del Ministerio le decía a los españoles: «Si estás sano, no es necesario mascarilla», «falsa sensación de seguridad»
- Montero dice que no subirán impuestos «ni a la clase media ni a la clase trabajadora», cuando han subido el IVA de bebidas azucaradas, han impuesto la tasa tobin, la tasa google, etc.
- Montero decía que la normativa europea impide bajar IVA a mascarillas. La UE salió a desmentir tal afirmación.
- Miles y miles de millones que irían destinados a pymes y autónomos, cuando en realidad han sido aplazamientos y créditos ICO, siendo así el país europeo con menos ayudas.
Ejemplos todos ellos que el cualquier país con un cierto sentido del respeto hacia al ciudadano, daría lugar a su dimisión.
Han mentido lo necesario para llegar al poder, dando lugar a ser un gobierno ilegítimo, puesto que el ciudadano no ha votado lo que ahora mismo tiene.
Están mintiendo lo necesario para continuar en el poder, está más que demostrado que sólo hay una hoja de ruta, y es seguir gobernando, sin importar cuales son las prioridades de los españoles: sanidad y economía.
Pero para que una mentira sea efectiva necesita dos partes, la que genera la misma y la que la asume.
Estamos ante la gran mentira y está formada por el gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Pregúntate que puedes hacer para romper su único mensaje, la mentira.
Enhorabuena por el artículo, David. Me ha gustado. Estoy de acuerdo en todo lo que dice. Vivimos en una época donde la mentira ha perdido su condena social y desgraciadamente, gracias a la izquierda, cotiza al alza hasta el punto de ser su único programa electoral: mentir, mentir y mentir. Nadie miente más y mejor que los comunistas.