Ayer volví a estar en una concentración en contra de la ley Celaá, la cual quiere acabar con la educación concertada y especial. Y estaré en tantas como sea necesario hasta que retiren tan sectaria ley. Además de docentes, padres y alumnos (y exalumnos) ayer pudimos ver a la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados Cuca Gamarra y la también diputada del Congreso por VOX, Carla Tostano.
Ya comenté el mes pasado el porqué esta ley ataca de malas maneras a la libertad de los padres a elegir el centro educativo en el que escolarizar a sus hijos, pero hoy quiero centrarme en otro aspecto, el que más suele usar la izquierda cuando ataca a la concertada. El uso del dinero público por un centro de gestión privada.
¿Y cómo voy a hacerlo? En este caso voy a aprovechar que se acaba de publicar un estudio sobre la financiación que han tenido las empresas farmacéuticas en desarrollar las diferentes vacunas contra el Covid-19.
En breves hablaré de las vacunas en sí, pero hoy me voy a centrar en sus fondos y subvenciones. Esta semana la cadena británica BBC ha sacado dos gráficos explicando de donde venía el dinero que han usado los laboratorios para investigar sus vacunas.
El primer gráfico está incompleto, inexacto y además con errores en la propia infografía. En el segundo se corregían todos esos errores.
Con los datos del primer gráfico, personalidades muy influyentes de izquierdas, desde políticos hasta periodistas, daban por las redes sociales gritos de alegría, indicando que las vacunas eran posibles gracias al liderazgo de lo público y que sin las subvenciones no hubiese sido posible, ya que la infografía de la BBC indicaba que de las ocho vacunas más avanzadas en su desarrollo casi todo el dinero usado para sus investigaciones había sido dinero que les habían dado los diferentes gobiernos y solo dos de las ocho vacunas estaban realizadas por capital privado de forma total o mayoritaria.
La vacuna no ha sido desarrollada por el sector público, sino por el privado con financiación pública
Añadir de paso que, en la segunda infografía, la real (a menos que la BBC se vuelva a corregir por segunda vez), nos indica que el papel preponderante de la inversión en el desarrollo de las vacunas ha sido del sector privado. Además de una forma muy evidente. Si antes solo dos de las ocho era mayoritariamente dinero del sector privado, en el nuevo gráfico se revierte esta tendencia y solo tres de las ocho vacunas están financiadas de forma que más del 50% de la inversión procedía de los gobiernos.
En cualquier caso, indicar además que la financiación es importante, por supuesto, pero no lo es todo. La provisión directa del desarrollo e investigación de estas vacunas, el desarrollo e investigación ha sido 100% privada.
Y lo que quiero decir con esta otra gran noticia de estos meses, como es la creación de estas vacunas, es que la vacuna ha sido posible gracias a un esfuerzo conjunto entre lo público y lo privado. Como es la educación concertada y especial. Por eso no llego a entender porqué para unas cosas, la izquierda saca pecho de ellas y por otras la atacan con extrema dureza.
No quiero terminar esta columna sin felicitar a Isabel Díaz Ayuso por el anuncio que acaba de hacer en este sentido y blindar hasta diez años la educación concertada y especial en la Comunidad de Madrid. Espero que más comunidades sigan su ejemplo, y aunque por desgracia creo que ese no va a ser el caso de La Rioja, espero que si la copien donde no gobiernan los socialcomunistas. Porque no todos los políticos son iguales y hay algo que no me voy a cansar de decir, y es que no tenemos los políticos que nos merecemos, no tenemos los políticos que necesitamos… pero desde luego, tenemos los políticos que hemos votado.