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La estrategia de Donald Trump para asegurarse la victoria

Para entender el complejo proceso que el presidente Trump y su equipo de campaña y abogados, está llevando a cabo, debemos detenernos en su estrategia por estados, de manera individual.

¿Qué relevancia tiene lo que pretenden hacer los legisladores en el estado de Pensilvania?

Pensilvania consta de veinte votos electorales, siendo un estado clave para decantar la balanza hacia el bando republicano o demócrata. Por ello, ambos candidatos saben que este estado es vital, y Donald Trump no va a permitir que le «roben» Pensilvania sin dar la batalla judicial pertinente.

La estrategia consta de dos frentes abiertos: los Tribunales y la Cámara de Representantes

El equipo de Campaña de Donald Trump, la Convención Nacional Republicana y los partidos republicanos de cada estado, se centran en presentar demandas en los condados con indicios de fraude, tanto estatales como federales.

Vídeos, fotografías, declaraciones juradas, errores en el sistema Dominion, votos duplicados o sin marca de agua, que certifican la corrupción electoral, han sido presentadas por el equipo legal de Trump, encabezado por Rudy Giuliani, entre otros.

El objetivo principal se centra en conseguir invalidar todas aquellas papeletas que no se corresponden a la legalidad vigente.

Unido a ello, el objetivo secundario trata de poner de manifiesto públicamente la “corrupción electoral” en estas ciudades, mostrando así a los representantes del estado, a los líderes de la Cámara y del Senado, un fraude sin precedentes.

De este modo, se mantiene a los setenta y cinco millones de partidarios de Trump comprometidos y trabajando.

Estrictamente hablando, los datos hasta ahora conocidos son meras “proyecciones” de cómo votó cada estado en el voto popular.

Resulten victoriosos o no en los tribunales, el siguiente paso son las Legislaturas Estatales del Partido Republicano en los estados de Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Arizona y Georgia.

El 14 de diciembre de 2020, los delegados certificados de cada estado que integran el Colegio Electoral emitirán sus votos al presidente y vicepresidente. En 20 de los 50 estados el voto no es vinculante.

El presidente necesita 270 y hasta el 6 de enero, el Congreso no recibe los votos electorales de los estados. Una vez recontados se anuncia el presidente electo.

La Legislatura Estatal de Georgia tiene la autoridad constitucional, según del Artículo II, Sección 1, Cláusula 3, para nombrar su propia lista de electores leales al presidente Trump, si consideran que en su estado «el voto popular está corrupto«.

Algo que ya sucedió en la elección de 1876 cuando Carolina del Sur, Luisiana, Florida y uno de Oregón, enviaron sus votos electorales demócratas y republicanos, sellados, al Archivo Nacional de los Estados Unidos situado en Washington D. C.

El día 6 de enero, la 12ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América, especifica que:

El presidente del Senado, en presencia del Senado y la Cámara de Representantes, abrirá todos los certificados y se contarán los votos”.

Lo que significa, que existiendo la posibilidad de disputas entre las listas electorales en competencia, el presidente del Senado, el vicepresidente Mike Pence, tendrá la máxima autoridad para decidir quién será el presidente. Artículo 15 del Código de los Estados Unidos de América.

El presidente del Senado, el vicepresidente Mike Pence, tendría la máxima autoridad para decidir quién será el presidente

Pudiéndose dar el remoto caso de que ninguno llegase a la cifra mínima de 270, la 12ª Enmienda estipula:

La Cámara de Representantes elegirá inmediatamente, por votación, al Presidente. Pero al elegir al presidente, los votos serán tomados por estados, teniendo la representación de cada estado un voto”.

Actualmente, los republicanos tienen una mayoría de delegación estatal con 26 de 50

El presidente Donald Trump ya había hablado claramente sobre su estrategia para disputar las elecciones en caso de comprobar indicios de fraude electoral, dejando claro que primero combatiría por medio de los tribunales y luego a través de la Cámara de Representantes. Lo hizo en un mitin el 26 de septiembre en Pensilvania:

Y no quiero acabar en la Corte Suprema aunque tampoco quiero volver al Congreso, aunque tenemos una ventaja si volvemos al Congreso, ¿sabéis? creo que 26 a 22 o algo así porque se cuenta un voto por estado, así que en realidad tenemos ventaja».

Asimismo, el periódico de Virginia llamado Politico anunciaba:

«En privado, Trump ha discutido la posibilidad de que la carrera presidencial también sea llevada a la Cámara, planteando el asunto con los legisladores republicanos, según fuentes republicanas«.

En estas elecciones disputadas de 2020, como ocurrió en los comicios de 1876, el Senado Republicano y la Cámara Demócrata no llegarían a un acuerdo sobre qué electores aceptar. A esto se le conoce como «disputa«.

En la Constitución de los Estados Unidos, no existe un mecanismo para resolver una disputa en la que las dos cámaras del Congreso no llegan a un acuerdo sobre un conjunto certificado de electores, y tampoco existe un papel constitucional para los tribunales, incluida la Corte Suprema.

Por ello se entienden las referencias de Trump del 26 de septiembre cuando dijo; primero los tribunales, luego la Cámara.

McCarthy & McConnell (Republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado) alegrarán que en base a la 12ª enmienda, el presidente del Senado, vicepresidente Mike Pence, tiene la última palabra para deshacer el bloqueo entre el Senado y la Cámara, y para aceptar o denegar a los electores en disputa, ateniéndose al precedente de 1876.

No existe otra autoridad posible para solucionar este desacuerdo que la figura del Presidente del Senado.

A ello se suma que, según los poderes que ostenta Mike Pence, puede aceptar las listas en disputa o descartarlas como disputadas, y que no cuenten. Algo que le daría la victoria a Trump, porque Biden no tendría los 270 necesarios para ganar la presidencia.

Y no llegándose a los 270 mínimos necesarios, entonces según la 12ª Enmienda, “la Cámara de Representantes elegirá inmediatamente» y volvemos al inicio del proceso explicado anteriormente.

Es razonable pensar que por esta razón en Pensilvania ya han declarado los resultados en disputa. El lunes se declararán también los resultados de Arizona y en el resto de estados se realizará el mismo proceso.

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