Suecia se une a la larga lista de países europeos (prácticamente ya todos excepto Francia, Holanda y Alemania) donde ha dejado de existir un «cordón sanitario» por parte del Partido Popular de turno (centro-derecha tradicional) y la nueva derecha alternativa, también tildada de «ultraderecha» por sus críticos
Los socialdemócratas han resistido muy bien el desgaste de estos cuatro años de pandemia y conflictos con Rusia, manteniéndose por encima del 30% de los votos Cabe destacar que el partido ha subido levemente desde los anteriores comicios, pero también dejando claro que aquellos fueron unos de sus peores resultados de la Historia.
Sus socios de Gobierno sí que han sufrido algo más de desgaste, lo que ha permitido que los partidos de derechas ganen cierta ventaja pese a la caída de los liberales, que no han estado muy lejos de quedar fuera del parlamento.
En la derecha el Partido Moderado (miembro del Partido Popular Europeo) ha caído ligeramente, pasando de ser el segundo partido del país, al tercero, aunque no muy lejos del segundo. Esta ha sido la principal fuerza que ya ha dejado entrever que se abre a pactos con Demócratas Suecos– el socio de Vox en ese país- que hace 12 años entraba en el parlamento con poco más del 5% de votos y ahora consigue más del 20%.
De confirmarse los resultados del actual recuento, el bloque de derechas, que incluiría a Liberales, Moderados, Democristianos y Demócratas Suecos, superaría por tres escaños al bloque de centro, izquierda y extrema izquierda del que forman parte socialdemócratas, centristas, verdes y la extrema izquierda, que cerca ha estado de tumbar el Gobierno del que formaba parte estos 4 convulsos años.
No obstante, la pelota ahora está en manos de los liberales, que podrían no acceder a un Gobierno con Demócratas Suecos, un partido del que se encuentran moderadamente alejados, no tanto ideológicamente como a nivel de geopolítica europea.
Cambio de rumbo para Suecia
Tradicionalmente, Suecia había sido uno de los países más centro-izquierdistas de Europa. Ya en los años 90 se equilibraron algo las tendencias, pero ha sido en la última década cuando las fracasadas políticas multiculturales promovidas por la nueva izquierda han empezado a pasar factura a los Gobiernos socialistas.
Siguiendo los pasos de los socialdemócratas daneses (que llevan años siendo críticos con la inmigración masiva y las políticas de subsidios, el Partido Socialdemócrata ha tenido que empezar a cambiar el discurso para no seguir regalando votos a Demócratas Suecos. No obstante, parece que eso podría no bastar en esta ocasión para evitar un Gobierno de derechas dirigido por DS.