La cultura socialista de la muerte

«Garantía de asistencia por psicólogos clínicos. Protocolo de latido fetal y registro cardíaco. Ecografías 4D para gestantes. Respeto a la objeción de conciencia». ¿Algo más? No.
Entonces, ¿dónde está la persecución, el ataque y la humillación a las mujeres? ¿Dónde están los graves motivos para intervenir la autonomía e imponer 155? En la cabeza de la izquierda, absolutamente enferma, y en la de aquellos que, fingiendo ser muy «pro» resultaron ser todo «contra».
Estimado lector, estas son las cuatro medidas que el Gobierno de Castilla y León quiere ofrecer para proteger al nasciturus y fomentar la natalidad. Esto es lo que ha provocado el terremoto político -creado por la izquierda- que amenaza con llevarse por delante a ese mismo Gobierno. Todo el mundo lo tiene claro, menos Feijóo, que sigue cortejando al PSOE.
Cuando compras una cajetilla de tabaco, lo primero que ves son imágenes espeluznantes de las enfermedades que provoca, pero si vas a abortar -incluso siendo menor- y te muestran la ecografía de tu bebé, es un horror. ¿Alguien lo entiende? Por cierto, menor que no puede comprar ese tabaco pero si puede abortar. Es muy preocupante la obsesión de la izquierda con la muerte.
A ver, los mismos que braman y acometen sin piedad contra Juan García-Gallardo y VOX, son los responsables de poner en libertad a alimañas que han violado y asesinado a niñas y mujeres. Así de claro y de duro. Criminales que, lejos de pudrirse en la cárcel, gracias al PSOE-Podemos-Bildu, están en la calle. Ya son más de 200 delincuentes muy peligrosos los que se han beneficiado -reducción de penas y excarcelaciones- de la Ley del «solo sí es sí». PSOE-Podemos-Bildu son los mejores abogados defensores de los agresores sexuales y asesinos.
Siendo sinceros, ¿quién ataca a la mujer, los que defendemos la natalidad o los que defienden a los depravados que las violan y asesinan? ¿El que ofrece ayuda a la mujer o el que ofrece ayuda a los criminales? ¿El que defiende la cadena perpetua o quien deja el libertad a los asesinos?
Para entender lo ocurrido, hay que retrotraerse a las últimas cuatro décadas, tiempo que la izquierda ha disfrutado de un poder omnímodo, imponiendo qué cuestiones deben ser parte del debate público. Y claro, aparece VOX, le planta cara y empieza a ganarle la batalla cultural, y ella se niega a perder esa posición de absoluto dominio ideológico. Todo esto con la exquisita aquiescencia y moderada centralidad de los líderes del PP, que, con tal de que le dejen gobernar de vez en cuando, mira para otro lado o apoya a la izquierda.
A lo que estamos asistiendo es a otra cortina de humo zurda, una más, para tapar las barbaridades de un Gobierno siniestro, mientras agitan a sus votantes de cara a movilizarlos para las próximas elecciones (nos interesa que haya tensión, ZP dixit).
La izquierda, malvada per se, tiene datos reales del monumental tortazo electoral que se van a dar. Y hará todo lo que sea necesario para arrastrar por el fango a su rival político -su enemigo y objetivo a abatir-. ¿Cómo? Acudiendo a la propaganda goebbeliana. Mienten y lo saben. Ello le sirve para poner en la diana a esos mismos rivales que, si no obedecen y se someten, como ha ocurrido hasta ahora, sufrirán en sus carnes las brutales acometidas de los medios de contaminación mediáticos, «sindicalistos» y demás chupópteros subvencionados sin oficio ni beneficio, salva incendiar las calles.
Amigos, siento vergüenza al ver a supuestos medios «conservadores» agachar la cabeza y obedecer a la izquierda. Dan mucha vergüenza. Prefieren el amargo sabor de la indignidad y el deshonor, antes que dar la batalla ideológica y defender la vida. Al final, en España, gobierne quien gobierne, siempre manda la izquierda…, hasta que llegó VOX.
Para la proteger al más indefenso, el nasciturus, nació VOX. Para la defensa de ésta y otras muchas batallas, cuyos valores fueron arriados cobardemente por el PP, nació VOX. Viendo cómo actúa la izquierda y sus socios, tengo claro que VOX es imprescindible.