La Audiencia Provincial de Madrid confirma que el exletrado de Podemos, José Manuel Calvente, no acosó sexualmente ni laboralmente a la abogada de Podemos, Marta Flor Núñez.
La Audiencia Provincial ha ratificado el archivo de la querella presentada por Flor contra Calvente por presunto acoso sexual, laboral, hostigamiento, coacciones y lesiones.
Dicha denuncia formaba parte de un «proceso de hostigamiento» del que ha sido víctima por denunciar presuntos delitos en el partido morado
La causa se archivó en primera instancia el pasado mes de julio por la titular del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, Rosa María Freire.
Y de nuevo, vuelve a ser archivada, según recoge el auto dictado el 18 de diciembre:
«Partiendo del relato de hechos que se realiza en el escrito de querella, que se ratificó ante la juez instructora donde, como se ha recogido, mantuvo en esencia el contenido de la misma, la declaración del querellado, los contenidos completos de las conversaciones mantenidas entre ambos vía WhatsApp y emails y demás documentos obrantes en la causa, debe compartirse, como se ha dicho, el sobreseimiento provisional acordado por la juez a quo, al no haberse acreditado indiciariamente la comisión de ninguno de los delitos imputados».
En un comunicado, del propio Calvente, informa que tanto el Juzgado de Instrucción como la Audiencia Provincial de Madrid «han llegado a la conclusión de que no se ha acreditado la comisión de los delitos que mi excompañera en el Equipo Legal de Podemos me imputó en su querella, partiendo únicamente de nuestras manifestaciones, del escrito de querella, de mi escrito de alegaciones y de los mensajes completos que aporté al Juzgado, y por ello han considerado innecesaria la práctica de declaraciones testificales que había solicitado la querellante».
«Es decir«, añade el exletrado, «que solo escuchando a la querellante, escuchando al querellado y a la vista de los mensajes intercambiados han llegado a la conclusión de que no había indicios de un acto de acoso como pretendía la querellante aportando mensajes fuera de contexto y dándoles un sentido que no era el real. Porque lo cierto es que, tal y como afirma la Audiencia Provincial, mi excompañera de trabajo aportó, para justificar su querella, mensajes sesgados y fuera de contexto, para intentar demostrar el falso acoso«.
Flor formaba parte del «grave proceso de hostigamiento y represalia personal y laboral«
En su comunicado, Calvente recuerda que hace ya un año que Podemos «tomó la decisión de prescindir de mis servicios profesionales, urdiendo maliciosamente un despido disciplinario amparándose en un inexistente acoso sexual y laboral a mi excompañera de trabajo Marta Flor, una acusación totalmente falsa. Sin embargo, el pasado mes de octubre Podemos reconoció ante el Juzgado Social que mi despido era improcedente, al ser consciente, tras el auto de sobreseimiento de la querella acordada por el Juzgado de Instrucción 32 de Madrid, de la falsedad de las acusaciones de Marta Flor».
«A pesar de la campaña difamatoria emprendida por Podemos en diciembre de 2019, defendí mi inocencia desde el primer día y, como abogado que cree en el Estado de derecho, he confiado en todo momento en la Justicia y en los grandes profesionales que la imparten».
«La querella formaba parte del grave proceso de hostigamiento y represalia personal y laboral que sufrí a lo largo del año 2019 por haber cuestionado, investigado y denunciado hechos presuntamente delictivos cometidos por algunos miembros de la dirección de Podemos y que actualmente están siendo objeto de investigación penal».
Pablo Iglesias «mintió vilmente» para «lincharme» basándose en las «falsas acusaciones» de Flor
Calvente explica también que los hechos falsos que han sido objeto de la querella «han sido utilizados por Podemos y algunos de sus líderes, como Pablo Iglesias, para intimidarme, desprestigiarme, difamarme, lincharme personal y profesionalmente ante la opinión pública y purgarme dentro del partido simplemente por haber dicho «no» a ciertas actuaciones presuntamente ilícitas«.
«Pablo Iglesias mintió vilmente ante todos los medios de comunicación el día 6 de diciembre de 2019 cuando presentó mi despido como un caso de acoso sexual, a sabiendas de que no existía ni una sola prueba de que yo hubiera cometido un acto de acoso contra mi excompañera. Pablo Iglesias, maliciosamente, aceptó el falso relato que le habían preparado sus compañeros y se lanzó a difamarme públicamente. Esa es la credibilidad que ofrece el Secretario General de Podemos y Vicepresidente del Gobierno de España. Ninguna. Ni en esto ni en nada».
«Por último, Podemos ha querido utilizar también esta querella para deslegitimar mi declaración testifical ante el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, caso Dina, y ante el Juzgado de Instrucción 42 de Madrid, caso Neurona», finaliza el exletrado de la formación morada.