De belleza más bien «discreta»y tallas poco habituales en una modelo, pero «racializada», Pamela Uba fue condecorada como la mujer más hermosa de su país, o por lo menos de entre las que se postulaban para el puesto.
Uba llegó a Irlanda desde Sudáfrica con sus padres hace casi dos décadas como solicitante de asilo. Ahora ha logrado convertirse en Miss Galway y, finalmente, en Miss Irlanda en la 74 edición del certamen.
La que ostenta el título de Miss Irlanda y el logro- según algunos- de haber sido la primera mujer negra en conseguir ser coronada, no ha tardado en denunciar el racismo y xenofobia sufridos.
Según Pamela Uba, aunque ha habido mucho apoyo, también ha recibido abusos racistas desde que ganó el título esta semana.
A la pregunta de los reporteros de Sky News sobre si había recibido ataques por sus orígenes, Uba ha respondido:
Se sorprendería. Obtendría mucho acoso en línea, racismo en línea, y lo he experimentado bastante, especialmente desde que me convertí en Miss Galway y luego en Miss Irlanda. Hay una minoría que siente la necesidad de expresar la negatividad
Uno de los comentarios negativos que se podían leer estos días en las redes es el siguiente:
Una mujer negra no representa el prototipo de la «mujer irlandesa”.
En una línea más política otro escribió: “¿Así que se supone que todos debemos aplaudir la globalización, de lo contrario, serán silenciados?”.
Uba afirma que su victoria fue un “momento significativo” para Irlanda y sus comunidades minoritarias.