EL CASO
Ahmad Al Aliwi Alissa, inmigrante sirio de 21 años de un suburbio de Denver, ha sido acusado del asesinato de 10 personas a sangre fría en un supermercado de Colorado. Nació en Siria en 1999 pero «ha vivido la mayor parte de su vida en EEUU.»
También era un «musulmán profundamente religioso» y fuentes afirman que Biden ha sido informado de que «era simpatizante del ISIS».
El sujeto estaba armado con un rifle semiautomático de estilo militar y una pistola cuando entró en la tienda King Soopers este lunes y abrió fuego. Fue identificado y arrestado en el lugar del crimen, que supone una pena de cadena perpetua sin posibilidad de condicional en Colorado. Fue trasladado al hospital con una herida en la pierna.
La policía ha explicado que la semana pasada el detenido compró una pistola semiautomática Ruger AR-556 aunque no han aclarado si esa fue una de las armas usadas en el ataque.
El FBI conocía su identidad porque tenía lazos con otro individuo bajo investigación.
El sospechoso ya tenía antecedentes, cuando estudiaba en el instituto Arvada West fue condenado por un delito menor de asalto contra un estudiante en 2018. Compañeros suyos afirman que tenía mal carácter y explotaba en respuesta a contratiempos o desaires.
FACEBOOK BORRA SU PERFIL Y LOS ACTIVISTAS DE IZQUIERDAS SE VUELCAN EN ACUSACIONES DE RACISMO
Facebook borra la página del sospechoso que revela que es fervientemente anti-Trump y que promueve activismo pro-Islam, pro-refugiado y anti-Islamafobia.
Los primeros días, personalidades de izquierda y activistas progresistas azuzaron a las masas con la idea de que un hombre blanco estaba detrás de la masacre y atribuyeron todo a causas racistas, «heteropatriarcales», sexistas y relacionadas con el supremacismo blanco achacando el crimen a su aparente identidad como varón blanco presumiblemente heterosexual antes de que la información sobre su nombre y credo musulmán salieran a la luz. Llegaron incluso a afirmar que la única razón por la que el sospechoso había sido arrestado en vez de estar muerto, es porque era blanco y no negro.
LAS VÍCTIMAS
Rikki Olds, una joven de 25 años que adoraba estar al aire libre y trabajaba de encargada de la tienda en King Soopers, donde había trabajado durante 7 u 8 años.
Era una persona energética y llena de alegría que «daba la vida a la familia».
Toda la familia está en shock, particularmente su abuela, que la crió.
Eric Talley, un veterano de 11 años del departamento de Policía de Boulder descrito como «heróico» por la Jefe Maris Herold.
«El mundo ha perdido una gran persona» afirmó su padre Homer Talley. «Era un padre devoto – siete hijos. El más joven tiene 7 y el mayor 20 y su familia era la alegría de su vida».
Lynn Murray, 62 años.
Estaba en el supermercado recogiendo un pedido Instacart (quien lo necesite pide en esa página y voluntarios les traen el pedido) algo que hacía para ayudar a las personas desde su jubilación.
Antigua directora de fotografía para varias revistas de Nueva York. Se trasladaron de la ciudad en 2002, primero a Stuart y luego a Colorado para criar a sus dos hijos.
Su marido John Mackenzie afirmó: «Solo quiero que se la recuerdo como esa maravillosa, maravillosa cometa que ha pasado 62 años volando por el cielo».
Tralona Lynn «Lonna» Bartkowiak, 49 años, la mayor de un grupo de cuatro hermanos muy cercanos entre sí.
Su hermano la describió como «un rayo de luz». Se había trasladado a Boulder para llevar la tienda de su hermana.
«Alquilaba una casa justo fuera de Boulder y vivía ahí con su pequeño chiguagua, Opal. Acababa de comprometerse.»
Teri Leiker, 51, había trabajado en King Soopers durante 30 años.
Su amiga Alexis Knutson (22) conoció a Teri Leiker a través de un programa llamado Best Buddies (mejores amigos) que conecta estudiantes e la Universidad de Colorado Boulder y miembros de la comunidad con minusvalías de desarrollo e intelectuales. Iban a eventos deportivos juntas y Teri adoraba animar a los equipos.
«El hecho de que esto haya ocurrido es devastador, especialmente en un lugar donde va a trabajar todos los días.»
Kevin Mahoney, 61, estaba a punto de ser abuelo.
Antiguo oficial en jefe de operaciones en una compañía de gestión de desarrollo de hoteles y hospitalidad.
«Mi papá representa todas las cosas Amor. Estoy tan agradecida de que pudiera llevarme hasta el altar el verano pasado.»
«Ahora estoy embarazada. Se que quiere que sea fuerte por su nieta.»
Denny Stong, 20, llevaba años trabajando en King Soopers. Un amigo de instituto le describió como una de las mejores personas que jamás ha conocido.
Le encantaba cazar.
Suzanne Fountain , 59, era conocida entre sus vecinos como una jardinera prolífica que compartía en un flujo constante tomates, lechuga y albahaca a través de la valla que rodeaba su jardín: «Siempre compartía su abundancia con nosotros.»
Fue una actriz a principios de 1990 y apareció en producciones del Centro Denver de Arte Dramático. En 2018 se embarcó en una nueva carrera, aconsejando a gente que iba a cumplir 65 años como solicitar Medicare (un programa de cobertura médica).
Neven Stanisic, 23, estaba arreglando las máquinas de café en el Starbucks del supermercado y cuando se marchaba le dispararon en el aparcamiento.
Era hijo de refugiados serbios que habían huido de Bosnia durante 1990, el reverendo de su iglesia le define como una gran persona, trabajador y cariñoso.