El Ministerio de Migración griego ha otorgado la categoría de «país seguro» a Turquía.
Esto significa, en la práctica, que las personas procedentes de Siria, Afganistán, Pakistán, Bangladesh y Somalia ya no podrán pedir asilo en el país si llegan a través de territorio turco, como suele ser el caso.
Para las autoridades griegas, esto supone «un paso importante para abordar los flujos de inmigración ilegal y la actividad delictiva de las redes de contrabando».
La nueva consideración legal es el resultado de la cooperación entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Inmigración y Asilo.