Ferrer-Dalmau, el brillante pintor de batallas, crea un taller para estudiantes de Bellas Artes

Augusto Ferrer Dalmau, el pintor de batallas, como lo llamó Pérez Reverte en su momento, es uno de los artistas actuales más queridos y reconocidos por los españoles.

Sus muchos cuadros no solo cuelgan de las paredes de museos, exposiciones y colecciones privadas, sino que sirven para ilustrar toda suerte de episodios nacionales de nuestra historia, tanto en internet como en prensa y manuales de historia.

A lo largo de su carrera y en base a su maestría y evidente labor sociocultural de incalculable valor, Ferrer-Dalmau ha recibido medallas militares y honores de toda clase hasta el punto de ser condecorado por el mismo Ministerio de Defensa.

De esta forma, el pintor catalán ha ido consagrándose como el máximo representante español de un terreno artístico, por desgracia poco cultivado en la decadente Europa del siglo XXI, como es el de la pintura histórica de alto nivel (especialmente la pintura histórica en clave nacional).

Dalmau devuelve a la vida a los protagonistas del pasado de nuestra patria, a todos aquellos que nos precedieron y engrandecieron nuestro país con su sacrificio.

Para él, un auto reconocido patriota, una de las razones que lo inclinaron a especializarse en todo esto, es que a su parecer la historia de nuestro país estaba huérfana de imágenes.

Hay instituciones, ayuntamientos, incluso empresas interesadas, porque la historia de España está huérfana de imágenes. Solo con haberlo comentado con mis conocidos ya nos están llegando los primeros contactos de ayuntamientos de ciudades que quieren un cuadro de gran formato sobre su hecho histórico más importante. No solo batallas, también milagros o acontecimientos del pasado. Aún es pronto para ofrecer una fecha concreta pero ya no falta mucho para que sea una realidad.

-Ferrer-Dalmau.

Y es que, al fin y al cabo, no hay nada como las imágenes para fijar en el imaginario colectivo de un pueblo el relato de su pasado histórico.

Su trabajo es muy importante y podríamos decir que hasta necesario para divulgar Historia entre el pueblo. Sin embargo, pocos artistas se dedican actualmente a este oficio que Dalmau ha conseguido cultivar con brillantez.

Sus geniales cuadros recrean, por lo general, los más épicos momentos de la historia del ejército y el pueblo español.

Desde los tercios de Flandes a las cargas del general Zumalacárregui en la guerra carlista, pasando por las gestas de Blas de Lezo o la conquista de América, Dalmau refleja la gloria civil y militar de la nación española, pero también la destrucción y el miedo, la ira o el dolor en la cara de los soldados y generales.

La producción artística de Dalmau no se limita únicamente a la historia de España, por la que siente predilección.

El autor tiene cuadros que reflejan grandes batallas de otras naciones occidentales como EEUU o la Rusia de Putin, a quien el artista quiso agradecer con una pintura su lucha contra el terrorismo islamista en Siria.

Fue precisamente en su viaje a Moscú, y más concretamente tras su visita al museo taller patriótico Grekov, que desde los años 30 produce cuadros de temática histórica para toda Rusia, cuando al maestro se le ocurrió promover una iniciativa semejante en España.

Con 56 años y mucha carrera todavía por delante, uno de los nuevos proyectos del maestro Dalmau es reclutar pintores jóvenes y en formación interesados en la pintura histórica y de temática bélica y épica-militar.

La idea del «Taller de Artistas históricos Ferrer-Dalmau» es formar y dotar de becas remuneradas a los jóvenes artistas que decidan especializarse en este tipo de pintura histórica romántica y sobre todo, realista (aunque nunca hiper realista como siempre remarca el autor) que Augusto está volviendo a poner de moda en nuestro país.

Lo que más ilusión me hace es la idea de compartir con jóvenes pintores mi dedicación a la historia, mi manera de sumergirme en las obras y documentarlas. Para lograrlo contaremos con becas remuneradas seguramente de dos años, con el fin de que los estudiantes de últimos cursos de Bellas Artes que quieran apuntarse puedan vivir de su trabajo en el tiempo de formación con nosotros, que será muy exigente.

-Ferrer-Dalmau.

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