ERC da un paso más y propone expropiar mascotas como un loro, un hámster o un periquito si el propietario no consigue un permiso

La ley del Bienestar Animal de Belarra es ya de por sí profundamente severa, pero de contemplarse las enmiendas del resto de los socios del Gobierno de Sánchez sería aún más radical.

Según esta norma todos los animales silvestres serán prohibidos como animal de compañía mediante la imposición del listado positivo. Cabe señalar que en este grupo se encuentran mascotas tan comunes como los conejos, las cobayas, los hámster, las tortugas y algunos tipos de pájaros.

Aunque hasta ahora la idea era que todos estarían prohibidos a partir de que la ley entrara en vigor, ERC ha dado un paso más y ha propuesto que se expropien las mascotas silvestres legales -hasta ahora- si su propietario no consigue un permiso.

Concretamente, han solicitado que se incluya la siguiente disposición transitoria en el listado de enmiendas transaccionales a la Ley de Bienestar Animal:

«Se podrá autorizar la tenencia de animales silvestres como animales de compañía siempre y cuando pueda demostrarse que su adquisición o tenencia son anteriores a la aprobación del listado positivo de animales de compañía que les corresponda y que las condiciones de tenencia se consideren adecuadas, debiendo solicitarse esta excepción a la autoridad competente en un plazo máximo de seis meses desde la aprobación del listado de compañía que les afecte.»

Así pues, en el caso por ejemplo, de los longevos loros que pueden llegar a vivir entre cuarenta y ochenta años, ERC ha propuesto que aunque su dueño haya tenido dicha ave como mascota desde hace treinta legalmente, ahora tendrá que pedir un permiso para quedárselo que puede no ser concedido.

De no serlo, el Gobierno se quedaría con el loro, se lo expropiaría a su dueño

Y añade la propuesta:

«En el caso de que no se expida autorización de tenencia para los individuos mencionados en el párrafo anterior tras la remisión de la solicitud en el plazo indicado, la autoridad competente establecerá las condiciones y destino de los individuos mencionados que, en ningún caso, conllevará su sacrificio.»

La enmienda no llega siquiera a especificar ni los requisitos para conceder el permiso, ni quién será responsable de decidir si el propietario puede quedarse con su mascota, ni si es posible que un inspector de bienestar animal se pase por las viviendas particulares para comprobar las jaulas, terrarios o calidad de la comida.

Finalmente, ERC indica que:

«Quedan excluidas de esta disposición las aves de cetrería y los peces ornamentales y los animales de acuariofilia no incluidos en el catálogo de especies exóticas invasoras ni de especies silvestres protegidas.»

Aunque esto parecería en un principio un respiro para aquellos que tienen los animales anteriormente mencionados, es en realidad una señal de alarma para los que tengan acuarios puesto que hasta ahora se suponía que esta ley no iba a incluir los peces.

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