Rudy Giuliani acudió a la audiencia pública organizada por el Senado de Pensilvania en el Hotel Wyndham de Getttysburg junto a la abogada Jenna Ellis como representantes en la batalla electoral del Presidente Trump.
Pruebas, testimonios de testigos y analistas etc., fueron mostrados por el equipo de Trump durante la comparecencia.
Giuliani afirmó: «Solo pedimos que escuchéis los hechos que vamos a presentar y luego los evaluéis.»
Testigos, tanto en persona como por teleconferencia, describieron las irregularidades que habían presenciado personalmente. Por ejemplo, cómo se impidió a los interventores republicanos ver el recuento manteniéndoles a tanta distancia que incluso estaban fuera de la sala o que miles de votos que nunca entraron en la habitación fueron contados en secreto.
«Lo que se convirtió en una preocupación fue el cuarto trasero, que no tenía interventores, ni línea de visibilidad o transparencia en el proceso. No había cooperación, resistencia total desde la noche de las elecciones y cada día después.» declaró una de las integrantes de las mesas electorales en el condado de Delaware en Pensilvania, Leah Hoopes.
También dijo que les habían intentado intimidar tras haber firmado las declaraciones juradas donde cuestionaban las irregularidades:
«Nos hemos jugado el cuello, nos han intimidado, amenazado, acosado, hemos pasado innumerables horas lejos de nuestras familias, amigos y trabajos.»
Justin C. Kwede, interventor certificado en el Centro de Convenciones de Filadelfia y abogado, afirmó que tenían a los interventores republicanos entre 3 y 60 metros alejados de la zona donde se hacía el recuento:
«Era imposible para mí o para cualquier otro interventor ver lo que los trabajadores estaban haciendo con ningún tipo de especificidad.»
También declaró que mas de 5.000 votos de correo dañados fueron duplicados por los integrantes de las mesas.
Otros testigos vía teleconferencia hablaron de sus preocupaciones sobre el «pre escrutinio ilegal» puesto que los condados demócratas contactaron con votantes para ayudar a «remediar» sus votos para que pudieran ser contados.
Una interventora testificó que uno de los integrantes de la mesa electoral la insultó y amenazó con golpearla en la cara si trataba de verificar cualquier paso del proceso de votación.
En una de las más impactantes declaraciones, un especialista de seguridad electoral habló del sistema de votación americano y enseñó datos como los que se encuentran en la imagen de debajo (recogido por el New York Times) explicando con claridad en una intervención contundente que los picos exagerados y súbitos en los votos para Biden a horas muy tardías eran el «indicador por excelencia de votación fraudulenta.»
Afirmó también que había una discrepancia de alrededor de 700.000 votos entre los votos por correo enviados y los recibidos.
Uno de tales picos -del que hizo mención- conmocionó al público; en él se mostraban 600.000 votos para Biden y solo 3.200 para Trump.
Trump también hizo una intervención a distancia:
«Tenemos que darle la vuelta a las elecciones, porque no hay duda alguna. Tenemos todas las pruebas, tenemos todas las declaraciones juradas, tenemos todo. Solo necesitamos a algún juez que lo escuche como es debido sin tener opiniones políticas o algún otro tipo de problema.»
También elogió a Giuliani por seguir luchando a pesar de que otros abogados abandonaron:
«Este va a ser tu mayor logro porque estás salvando a nuestro país.»