La abstención del PP ha permitido que el PSOE saque adelante en el Senado su moción contra el «extremismo» y la extrema derecha, que ha usado para equiparar a VOX con estos grupos y atacarles duramente acusándoles de ser un partido que pretende acabar con la democracia.
Los socialistas han aprovechado para instar al PP a romper con VOX en las regiones donde gobierna con su apoyo como Murcia o Andalucía, como han hecho las «derechas europeas».
Alejandro Mogo, senador socialista, ha proclamado que VOX y todas las fuerzas de la extrema derecha «van a por la democracia»; frente a la «amenaza» del extremismo, «no cabe ponerse de perfil» añadió. «Corten amarras» repetía al PP, abandonen «esa alianza fatídica para la democracia».
Pretenden así que todos los partidos cumplan con el aislamiento que propugna la moción.
Micaela Navarro, compañera suya , ha seguido afirmando que VOX auspicia situaciones de «violencia verbal y gestual» que no sólo ponen en duda la legitimidad del Gobierno, sino «el propio marco constitucional bajo el que se amparan para intentar aniquilarlo«.
Patricia Rodríguez Calleja, senadora del PP, ha criticado que el PSOE no ha reprobado las posiciones de «extrema izquierda» y que no quieran apoyar una enmienda presentada por ellos al respecto, señalando que así «han quedado retratados», que practican un «retorcimiento de la realidad» y que «no denuncian con la misma intensidad» las protestas radicales de izquierda.
Jacobo González Robatto, portavoz de VOX, ha recitado las manifestaciones de dirigentes de Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza. Ha continuado criticando que pidan condenar la violencia los que «trasladan a presos etarras» , no condenan el «lanzamiento de piedras» en los mítines de VOX. Ha finalizado exigiendo que condenen tanto «las balas como las piedras» que a ellos no se las mandan «por correo».
RESTO DE GRUPOS
El resto de grupos de la cámara, incluidos separatistas y proetarras, han votado a favor, incluso en los casos con enmiendas presentadas no aprobadas como Junts per Catalunya, que pedía que se reprobara «la represión y persecución» del separatismo catalán.
La Izquierda Confederal ha solicitado mediante Koldo Martínez (Geroa Bai) un pacto de «libre adhesión» para la defensa de los valores democráticos. Considera que será más útil que «los cordones sanitarios que no funcionan«.
Adelante Andalucía con Pilar González Modino, ha comparado el coronavirus con la «lacra social» de la extrema derecha. Afirma, que ambos contagian a los más vulnerables.
El PNV a través de Estefanía Beltrán de Heredia ha afirmado que es «insólito» que no haya una condena unánime a los discursos de odio.
Mirella Cortès de ERC ha declarado que VOX «asume la agenda de Le Pen, Salvini y Trump».
Tomás Marcos de Ciudadanos ha señalado que el discurso del odio «envenena» la convivencia y «daña el sistema democrático» haciendo que peligren los más vulnerables.