El PSOE planea utilizar el Congreso de los Diputados para atacar con fines electoralistas a VOX.
Buscan relacionar a VOX con la violencia, y «el discurso de odio» y atribuirle el «caldo de cultivo» que propicia atentados cometidos «por un grupo extremista o un exaltado lobo solitario».
La Proposición No de Ley que ha registrado el PSOE con el objeto de que sea debatida en la Comisión Constitucional del Congreso no menciona al partido de Santiago Abascal directamente pero alude muy claramente a éste:
«En la vida institucional, las palabras, campañas y gestos que forman parte del discurso de odio practicado por un partido político ni son gratuitos ni pasan desapercibidos a la sociedad».
«Se proyectan hacia la sociedad, degradan los valores democráticos, extienden la intolerancia y el miedo, atacan el pluralismo y la diversidad y van calando peligrosamente de manera continuada en sectores de la ciudadanía».
«Hasta que un día estallan -ejemplos hay sobrados en la historia reciente- y sus consecuencias pueden ser demoledoras para el sistema de convivencia democrática; esto es, para la cohesión e integración de nuestra sociedad».
«Sufrimos una exaltación de posiciones extremistas y de estrategias de división y polarización de la sociedad que fomentan el odio y la confrontación y atacan el clima de convivencia de nuestra democracia».
«Persiste el discurso del odio y la exaltación de la intolerancia creando el caldo de cultivo para que un grupo extremista o un exaltado lobo solitario puedan cometer un atentado».
Quiere que el Congreso condene lo que ellos consideran «discursos de odio» y también las amenazas de muerte recibidas «por cargos públicos» en referencia a las cartas amenazantes.
No es la primera vez que un partido del Gobierno intenta atacar a VOX, también Podemos registró una Proposición No de Ley, que trataba de vincular al partido de Abascal con el «terrorismo callejero» por sus «discursos incendiarios».
En este caso, tampoco se mencionaba expresamente a Vox, pero estaba clara la referencia. Podemos quería de la Cámara también el «firme rechazo» al presunto ataque a la sede de Podemos en Cartagena, cuya autoría sigue siendo desconocida.