El magnate y ex ministro socialista de Francia, Bernard Tapie, es asaltado en su casa

Tapie y su mujer fueron agredidos y robados en su propio hogar por un grupo de inmigrantes la noche del 3 de abril.
Es paradójico que fuera un grupo de inmigrantes quien perpetrara el crimen, siendo que Tapie fue un activo defensor de la inmigración masiva en los años 90.
Breve repaso a su trayectoria.
En la primera parte de su carrera, Bernard hizo su fortuna a partir de rescatar o hacerse cargo de empresas en mala situación financiera.
El polémico magnate, saltó a la fama por cosas como presidir el Olympique de Marsella o adquirir, para posteriormente poner de nuevo en venta, la multinacional Adidas.
No han sido pocos los casos de corrupción en el que el empresario se ha visto envuelto a lo largo de los años, tanto en lo deportivo como en lo relacionado con los medios de comunicación.
Su carrera política se inició allá por los años 90. Esta le llevó a ser diputado por Bouches-du-Rhône’s en dos ocasiones, a enfrentarse al nacionalista de derechas Jean Marie Le Pen o a formar parte del Partido Socialista Francés dentro de la facción socio-liberal de izquierda.
Finalmente, Tapie terminaría convirtiéndose en ministro durante época socialista, siendo un gran defensor de la «sociedad abierta» y la multicultura en Francia.
A finales de la década del 2000, el polémico Tapie dio un cierto giro centrista, pasando a apoyar a Sarkozy en lugar de Segolene Royal en las presidenciales.
A día de hoy, Bernard afronta con dificultades su ancianidad, pues padece cáncer de esófago.
Noche de pesadilla.
La pareja Tapie estaba dormida cuando, hacia las 00.30 del sábado a domingo, cuatro personas de origen africano asaltaron su hogar en Combs-la-Ville, una localidad acomodada cerca de París. Los dos fueron golpeados y atados de manos y pies con cables eléctricos.
Los cuatro individuos que entraron en la vivienda, lo hicieron a través de una ventana de la primera planta. Se llevaron joyas y relojes como botín.
Dominique Tapie, la esposa, logró liberarse al cabo del rato y se dirigió a la casa de un vecino desde donde pudo alertar a las autoridades.