Pablo Iglesias, líder de Podemos y ex vicepresidente, ha recibido la primera querella tras perder su condición de aforado ante el Tribunal Supremo.
Miguel Frontera, el hombre que Iglesias busca meter en la cárcel por manifestarse frente a su mansión, se ha querellado contra el líder de Podemos por denuncia falsa.
El delito de denuncia falsa se recoge en el artículo 456 del Código Penal:
«Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal. Si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación, serán sancionados con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de 12 a 24 meses si se imputara un delito grave, con la pena de multa de 12 a 24 meses si se imputara un delito menos grave o con la pena de multa de tres a seis meses si se imputara un delito leve».
El documento indica que Iglesias interpuso una querella contra Frontera el 29 de julio, por comisión de un delito de revelación de secretos y otros «al encaramarse a la valla trasera exterior de la vivienda y proceder a grabar desde ahí el interior del chalet».
Concretamente Iglesias denunció que «se subió al muro del chalet y es detectado por los moradores del mismo, grabando un vídeo hacia el interior del domicilio a través de su teléfono móvil». Sin embargo en la declaración ante el juez, afirmó que sólo se había subido a una roca que existe en la zona pública «fuera de la propiedad del querellado, no invadiendo por tanto en ningún momento su propiedad«.
Los vídeos proyectados en la declaración también apoyan este hecho.
Como consecuencia, Frontera llevará a los Tribunales a un Iglesias que ya no goza de la condición de aforado.