El Espanyol se divierte a costa de un depresivo Logroñés

La Unión Deportiva Logroñés cayó ayer derrotada por 4-0 en Barcelona ante el Espanyol. Los blanquirrojos prolongan así la mala dinámica y agudizan una crisis que parece no tener fin.
“No lo sé”. Así expresaba Sergio Rodríguez en rueda de prensa el futuro inmediato del equipo tras haber caído goleado ante el Espanyol y continuar así con la crisis de resultados que está azotando a la entidad blanquirroja. El Logroñés necesitaba ganar o, al menos, dar una buena imagen contra uno de los gigantes de la categoría. Sin embargo, no sólo no logró arañar siquiera un punto, sino que además volvió a mostrar una imagen muy preocupante, especialmente en el apartado defensivo.
El partido sería prácticamente un monólogo. Un tímido Logroñés apenas logró inquietar a la zaga perica, provocando que Diego López no tuviese que intervenir en ninguna ocasión de gol. La sequía goleadora sigue haciendo de las suyas, pero ayer la gran preocupación vino del otro área. Pasado el minuto veinte de partido, Javi Puado marcaba el primero de cabeza para los locales y, apenas tres minutos después, llegaba el segundo, esta vez de Embarba tras un bonito pase de tacón de Melendo.
El Logroñés, sin haberse repuesto de esos dos duros mazazos, encajó el tercero en el minuto veintisiete, obra de Pedrosa. La sangría blanquirroja era evidente. Con tres goles en apenas cuatro minutos, el Espanyol se estaba divirtiendo de lo lindo ante un Logroñés que no sabía por dónde le daba el aire.
La segunda parte no mejoraría a la primera. Petcoff y Bogusz, este último con escasa participación en las últimas jornadas, intentaron dar un lavado de cara al equipo. Sin embargo, ello no fue suficiente y, poco después, llegaría la guinda del partido: Dimata firmaba el cuarto para los catalanes y dejaba todo visto para sentencia. Zelu y Rubén fueron las últimas cartas de Sergio Rodríguez para buscar, al menos, un gol con el que poder resarcirse. Las malas noticias para el Logroñés culminarían con una tarjeta roja a Jaime Sierra en el minuto setenta y nueve de partido, algo rigurosa por cierto.
Así, el equipo riojano prorroga su crisis de resultados, habiendo sumado tan sólo ocho de los últimos cuarenta y ocho puntos en juego. Con el respaldo del Presidente, Sergio Rodríguez vive sus momentos más duros al frente del banquillo riojano y esta jornada el Logroñés podría acabar en posiciones de descenso.
El partido contra el Zaragoza se presenta como una auténtica final para los riojanos donde el margen de error tiene que ser mínimo.