El Canal de Isabel II no quitará la placa y el monolito que recuerdan que Franco construyó el pantano de Atazar

El Canal de Isabel II, empresa pública que lleva la gestión del agua en casi toda la Comunidad de Madrid, se niega a quitar la placa que recuerda la inauguración por parte de Francisco Franco del mayor pantano de Madrid, el del Atazar.

A pesar de que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) reclamaba su eliminación, el Canal ha concluido que la Ley de la Memoria de 2007 no se puede aplicar en este caso.

El pantano fue construido en 1972 y representa el 46% del volumen embalsado de la región. Fue una de las mayores infraestructuras levantadas por Franco.

El Canal afirma que tanto esa placa y como otra similar que hay en Majadahonda son:

“Una mera reseña histórica de la construcción de las infraestructuras hidráulicas a las que se hace referencia”.

No obstante la asociación insiste en que la inscripción “Francisco Franco, caudillo de España” lleva implícita «toda la represión y la imposibilidad de elegir democráticamente a los representantes públicos durante cuarenta años de dictadura».

Fue concretamente el 4 de diciembre de 2020 cuando la asociación pidió que se retiraran los objetos que conmemoran dos hitos ligados al franquismo, situados en dos centros de trabajo del Canal de Isabel II.

Son, por un lado, un monolito de granito en la localidad de Majadahonda, en el que se puede leer:

“Francisco Franco Caudillo de España inauguró la primera fase del sistema Oeste para el abastecimiento para el agua a Madrid”.

Y, por otro lado, una placa en el Centro de trabajo Presa del Atazar con el lema:

“Francisco Franco, Caudillo de España, inauguró esta presa del Atazar el día 10 de Abril de 1972”.

En su respuesta, el Canal de Isabel II a explicado a ARMH, que según el artículo 15 de la Ley de la Memoria no están obligados a su retirada porque no suponen exaltación de la sublevación militar o de la represión de la dictadura.

El artículo reza así:

“Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas».

Por lo que, según razona el Canal:

«Lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley».

Y concluye declarando firmemente que:

«En virtud de lo expuesto, en el presente supuesto no concurren los presupuestos necesarios para la retirada del monolito y de la placa situados en los centros de trabajo reseñados, pues sus inscripciones no suponen exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil o de la dictadura, constituyendo una mera reseña histórica de la construcción de las infraestructuras hidráulicas a que hacen referencia».

Sin embargo, los activistas republicanos no están satisfechos.

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