Cuando un gobierno «legalmente» elegido en las urnas (aunque habría mucho que discutir, o matizar esta cuestión de legalidad o legitimidad), pero ilegítimamente, «blanquea» de forma tan escandalosa a una banda de asesinos que jamás pidieron perdón, que nunca han colaborado con la justicia y que por supuesto jamás se han arrepentido de sus crímenes, es para que la sociedad española se lo hiciera mirar y reaccionara con contundencia, o una parte de esa sociedad al menos, por sentirse engañada por ese gobierno a través de sus votos, sin cuestionarse su responsabilidad a la hora de ejercer el sufragio universal.
Entendería su ignorancia inicial, pero una vez, y viendo lo visto, los ciudadanos que eligieron este gobierno, no pueden por menos que sentir vergüenza y rabia al contemplar que el mismo, admite, tolera y apoya a quien hace muy pocos años nos reventaban (literalmente) los cuerpos con coches bomba, con tiros en la nuca, secuestros, extorsiones etc.
Además, todo ello viene precedido por la campaña que hizo Pedro Sánchez diciendo aquello de, «jamás pactaremos con Bildu, (la Eta) si quiere, se lo digo 5 ó 20 veces». O aquello de «nunca pactaría con Podemos, debido a que no podría dormir, ni él, ni el 95% de los españoles«.
Engañó públicamente y de manera manifiesta a millones de españoles
De ahí su ilegitimidad para gobernar, pues fueron unas declaraciones en televisión, con subterfugios y engañifas ante la opinión pública.
Millones de votantes creyeron en su palabra, para días más tarde desdecirse de las mismas y acto seguido abrazar al comunismo en la figura del que iba a ser su socio de gobierno y vice-presidente, Pablo Iglesias Turrión. Principal valedor de cualquier dictadura comunista de la tierra. Allí donde haya una tiranía, allí estará este sátrapa, intolerante, sectario y dictadorcillo (el jinete que “cabalga las contradicciones”), aprendiz de Stalin, seguidor de Lenin y marxista confeso.
Todo el mal y odio acumulado durante décadas, el cual supimos perdonarnos una inmensa mayoría de españoles en aquella transición modélica, parece que confluye en este personaje abyecto, malévolo y mentiroso.
Sólo hay que remitirse a todo lo publicado en medios de comunicación libres, o todas las actuaciones judiciales que se encuentran en proceso investigativo, para entender cuán presuntamente corrupto puede ser este vice-presidente, aunque más bien, «presidente» de facto.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte parece que lo más chic es cometer delitos, tropelías y demás crímenes a la «carta» y corrupciones a “tutiplén”, sin que pase absolutamente nada, ni tan siquiera procesamiento, a pesar que cada día nos levantamos con alguna nueva ley, de esas que tanto les gustan a los comunistas, las leyes “habilitantes”.
Que no son otra cosa que leyes ilegales que sustituyen a las legales, pero más concretamente a la Constitución. Esto no es nuevo, está copiado de Hitler, de Hugo Chávez, Maduro etc. que las utilizaron para cambiar, por la puerta de atrás, su constitución, para transformarla en dictaduras abyectas y criminales. No son originales ni en esto.
La felonia de ETA y los Presupuestos Generales del Estado
Cuando Bildu aprobó los P.G.E., todos sabíamos que habían pactado con el gobierno, pero lo que nunca nos llegamos a imaginar, es que el gobierno “blanqueara” su nauseabunda y repugnante carrera de muerte, sangre, terror, secuestros, sufrimiento y dolor que durante 50 años que estuvo activa asesinó a 864 personas, españoles por el simple hecho de serlo, de ellos unos 365 aún sin resolver, miles de heridos, desplazados, sus vidas arruinadas, total unas 7.000 víctimas causadas por la banda terrorista ETA, que ahora es la socia preferente de este gobierno infame.
Nunca en España se había cometido una felonía de este calibre, salvo el 11M, que ya hablaremos otro día de ello. Olvidar el terrible sufrimiento de las víctimas, enterrar su inmenso dolor es inimaginable. Yo, que viví de cerca alguno de aquellos episodios de terrorismo por cuestiones profesionales y estuve inmerso en alguno de aquellos atentados, donde se palpaba el miedo, la barbarie y el odio hacia todo lo español, me refiero a aquellos “años del plomo” donde había cerca de 100 asesinatos por año, me hago una idea muy cercana y manifiesto mi más sentida repulsa a este «enjuague» de «pasar página” como escucho a algunos decir. Yo les preguntaría a todos aquellos que asumen el “blanqueo” del gobierno a la ETA, ¿si de haberse producido un asesinato a alguno de sus hijos, nietos, hermanos, padres, o amigos, seguirían pensando en este falso perdón a los asesinos, cuando ellos ni tan siquiera lo han hecho con sus víctimas?
La justificación de la barbarie
No es posible, que una sociedad que ha sufrido tanto por ese terrorismo incruento, se cubra con el velo del olvido tras semejante tragedia y justifiquen aquello con un “hay que pasar página», salvo que esa misma sociedad, al menos una parte, haya perdido los valores fundamentales de cualquier sociedad civilizada y libre.
Cuando así ocurre y esa parte de la sociedad pierde esos valores, ese espíritu de convivencia, de sentir que somos una gran nación, de respeto a la ley, a la justicia, a la paz, al honor, la solidaridad, la entrega, la valentía, el pundonor, el espíritu del sacrificio, la generosidad. De ver lo que nos une y no lo que nos separa, rescatando las páginas más tristes de nuestra historia, entonces.
Habremos perdido la brújula de nuestro propio destino y nos abocamos a repetir una “tragedia griega”, de nuevo, otra vez España en las tinieblas de su historia. O se producirá una sima entre compatriotas, familias, hermanos, padres e hijos de consecuencias inimaginables para generaciones.
Ejemplarizar el asesinato, el secuestro, la extorsión
El “blanqueo” de la ETA, por parte de este gobierno, es una huida hacia ninguna parte, es situarte al borde del abismo, es el “blanqueo” de la impunidad del crimen. Están enviando un mensaje muy peligroso a la sociedad, que no es otro que, en España se puede matar porque sus consecuencias punibles son livianas y asumibles, además, al final, obtienes lo que buscabas con tus asesinatos, secuestros, extorsiones: terrorismo.
El premio de la impunidad: el dinero, el poder y por supuesto la viabilidad política de pensar que te puedes independizar de España con unas elecciones “trampa” o plebiscitarias, que es lo que van a ser las próximas elecciones autonómicas vascas y catalanas.
Verdades como puños, esto nunca debería haber pasado, para mi esto es una falta de respeto para todas las víctimas del terrorirmo y sus familiares, víctimas todas inocentes y muchas murieron protegiendo a todos los españoles y el «gobierno» actual se lo paga con esta moneda.
Qué bien descrito el sufrimiento que hemos vivido. Yo ni perdono ni olvido.
Acertada descripción de una página negra, cargada de odio y dolor, de la historia de España. Los asesinos deben estar en prisión de por vida, en el mejor de los casos. Blanquearlos, como hace este miserable comunista gobierno, es traición nacional y una humillación a las víctimas y a los españoles. Felicidades por tu columna. Sigue escribiendo así. Yo seguiré leyéndote.