Este sábado 26 de septiembre, el Presidente Donald Trump ha nominado a la juez Amy Coney Barrett como su elección para la vacante del Tribunal Supremo, tras dejar pasar una semana en deferencia a la muerte de Ruth Bader Ginsburg y así esperar a que su funeral se celebrase.
Ginsburg murió por complicaciones del cáncer pancreático contra el que llevaba años peleando y su muerte ha sido recibida con mucho pesar por los demócratas, puesto que no solo era considerada un símbolo para el partido, si no que su muerte supone una oportunidad para los republicanos de conseguir consolidar una mayoría conservadora de 6 a 3 en la Corte Suprema (hasta ahora la relación era de 4 a 5 favorable a los conservadores).
Es conveniente recordar que el cargo es vitalicio y por lo tanto ganar ahora prometería una mayoría republicana durante mucho tiempo, puesto que la candidata tiene tan solo 48 años y la más joven nominada desde Clarence Thomas (43).
Por otra parte, existe la opción de que, en caso de ganar Biden las próximas elecciones, el partido Demócrata decida votar a favor de ampliar el número de jueces que forman dicho tribunal para evitar la mayoría conservadora en el mismo, pues no hay ninguna ley constitucional que fije el número de magistrados.
Barrett ha recibido una fuerte oposición de parte del sector demócrata por su fe y sus ideas políticas. Pero tiene el firme apoyo del sector conservador que recibió su nominación entre ovaciones.
Cristiana católica romana, madre de 7 hijos dos de ellos adoptados de origen haitiano y con un hijo menor con necesidades especiales, está en contra del aborto, Obamacare y profesa gran respeto a la constitución americana, incluida la tan controvertida Segunda Enmienda.
Nacida y criada en Nueva Orleans se graduó de la Universidad de Rhodes en Memphis, Tenesse donde estudió literatura y luego recibió una beca completa para la Universidad de Derecho de Notre Dame. Fue editora ejecutiva del Notre Dame Law Review, se graduó primera de su clase en 1997 y recibió el honor más grande de su Universidad, el Premio Hoyness. Fue profesora de Derecho durante 15 años, ayudante del juez del Supremo Antonin Scalia y juez del 7º Circuito del Apelaciones. Sus 49 compañeros alabaron su profesionalidad y mente judicial en una carta al Comité Judicial del Senado.
Donald Trump durante la presentación
«Es una mujer de logros incomparables, imponente intelecto, excelentes credenciales y una lealtad firme a la constitución».
El candidato demócrata a la presidencia Joe Biden ha criticado su nominación mencionando que Barret se mostró en contra del Obamacare, uno de los puntos políticos a los que más bombo y platillo se le dieron durante la legislatura de Obama.
Biden, como todo su partido, aboga por retrasar el pronunciamiento sobre la nominación del Senado hasta después de las elecciones.
Los intentos demócratas por evitar que ocurra han sido confirmados por políticos como Nancy Pelosi entre otros, que en las redes y en televisión han anunciado que tienen muchos ases en la manga todavía que están dispuestos a utilizar a fin de retrasarlo.
Aunque Trump tiene la mayoría republicana en el Senado, no se vota en bloque y ya hay dos republicanas que al menos, por ahora, parece que van a pronunciarse en contra. Aunque también hay un número de síes confirmados. Para conseguirlo necesitaría obtener mayoría simple.
Políticos y activistas demócratas han atacado la vida personal de Barret y a sus hijos adoptados sugiriendo que lo hizo ilegalmente, una jugada que la derecha americana ha calificado como vergonzosa y de escasa catadura moral.
En resumen; si saliera adelante su candidatura, no importa el resultado de las elecciones, sería una gran victoria para republicanos y conservadores.