Diario de una moción de censura

Todo comenzó el día 29 de julio de 2020, en el Congreso de los diputados, en medio de la pandemia que asola a España, Santiago Abascal, subió a la tribuna y anunció que registraría una moción de censura para septiembre, la cual era urgente, tan urgente que esta podía esperar casi 2 meses.

El líder de VOX anunciaba la moción de censura, sin siquiera haber consensuado o negociado con absolutamente nadie esta medida extraordinaria, una medida que debe ser constructiva, la cual, a ojos de todos no lo ha sido.

A pesar de que Abascal presentó una moción que nacía fracasada, se le ponía en bandeja una opción magnífica de sacar un tremendo rédito político, que era lo único que buscaba, porque ya sabía que no iba a ser investido como presidente.

VOX buscaba en primer lugar publicitar a su candidato para las elecciones catalanas, al señor Garriga, no muy conocido por aquellos lares, y a su vez intentaba erigirse como en el verdadero líder del centroderecha español, dejando acorralado al PP de Pablo Casado, y digo que lo intentaba, porque el resultado lo conocemos todos.

Después de que transcurrió todo Agosto y prácticamente todo el mes de Septiembre, se registró el 29 de Septiembre la moción que el día 29 de Julio era tan urgente.

Llegó el día de la moción de censura, y el día de la mayor oportunidad de VOX. Probablemente el primero de los objetivos de VOX, que era publicitar a Garriga, lo lograron, aunque desde la tribuna del Congreso no se vio ni de lejos su mejor versión.

Y en el segundo de los objetivos fracasaron estrepitosamente. Abascal tenía ante sí la oportunidad de dejar claro que era una alternativa real al Sanchismo, y todo esto fracasó con el discurso de más de dos horas.

Que si Trump, que si Soros, que si conspiraciones judeomasónicas de los malvados globalistas, que si China, que si Botin, sin olvidarnos del discurso contra la Unión Europea, una Unión que actúa de dique de contención contra este gobierno, ya que, sin la Unión Europea, España sería ahora mismo la Argentina de Europa.

En fin, Abascal habló de cualquier majadería propia del típico hooligan twittero que no conoce la realidad del votante del país en el que vive, pero no de los problemas de los españoles y de las soluciones.

El día 21 de Octubre muchos españoles estaban esperando oír de Abascal un proyecto, una alternativa, un programa con soluciones para sus problemas, y lo único que oyeron fueron las majaderías de un “joven” trasnochado que se piensa que la vida real es lo que hay en Twitter.

¿Qué le va a importar más a un hostelero de mi querida calle Laurel? ¿Cómo va a pagar todos los costes fijos con las restricciones impuestas o las reuniones que mantiene o deja de mantener Soros?

¿Qué le va a importar más a un ganadero de toros de lidia? ¿La propuesta de eliminación de las ayudas en la PAC para su sector o los malvados globalistas? Creo que las respuestas están claras.

Con este loco discurso, Abascal tiraba por la borda su gran oportunidad y dejaba vivo a un timorato Casado, que veía como le acorralaban.

Casado subió a la tribuna, y fue más Casado que nunca. El mejor discurso que se le ha escuchado desde el congreso que le encumbró a la presidencia del Partido Popular. Fue un discurso plagado de verdad, de orgullo pepero, un discurso que inyectó algo que había dejado de correr por las venas de muchos afiliados del Partido Popular. Estos afiliados necesitaban ese discurso.

Este discurso lo fue todo, marcando un antes y un después en la figura de Pablo Casado, un discurso que servía para dejar claro el potencial que tiene el Presidente de los populares, y para sentenciar su liderazgo, tanto en el PP como en el centroderecha español, ya que esta moción de censura le ha servido para demostrar que el PP es la única alternativa REAL a Pedro Sánchez.

Como señalaba el gran Fernando Ónega, “Casado pasó en 5 minutos de la duda y la zozobra a la glorificación. Estaba ahí, pero no se le veía. Un discurso hace milagros. Una frase hace un líder. Una palabra, la palabra, es su consagración.

El 22 de Octubre de 2020 es un antes y un después en la política española, ese discurso lo cambia todo. El PP demuestra que tiene líder y Sánchez, por fin, alternativa.

3 comentarios en «Diario de una moción de censura»

  1. La glorificación de Casado? Líder? Nose a quien queréis engañar, el PP va cuesta abajo y sin frenos. Mañana os veo desayunando con Sánchez y el coletas en la Moncloa, sino al tiempo. No sois derecha cobarde, no sois derecha directamente.

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  2. Dígaselo a las cientos de bajas diarias del PP que están dándose en todas las provincias y al aumento brutal de afiliaciones a VOX. Todo perfecto en su columna si cambiase el nombre de Casado por Abascal

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  3. A Gudari le digo que eso es radicalmente falso! No mienta por favor, dígame cuantos se han desafiliado del PP. No conoce usted ni los trámites para desafiliarse.

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