Condenados a 23 y 21 años de cárcel dos temporeros rumanos por secuestrar, violar, lesionar y grabar vejaciones sexuales durante seis horas a una menor en Burriana en la Nochevieja de 2019

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado por unanimidad a 23 y 21 años de prisión a los dos hombres de nacionalidad rumana acusados de detención ilegal, agresión sexual y lesiones.
También tendrán prohibido aproximarse a la chica a menos de 500 metros de cualquier lugar en que se encuentre y comunicarse con la misma por cualquier medio por un periodo de 10 años superior a la condena impuesta.
Una vez fuera de prisión, se encontrarán en libertad vigilada durante 8 años.
Aún tienen posibilidad de apelación.
EL CASO Y LOS HECHOS PROBADOS
Los violadores eran temporeros que trabajaban en la campaña de recogida de la naranja y residían temporalmente en Burriana, viviendo en una de las habitaciones de la vivienda que compartían con otras personas y que fue el lugar donde ocurrieron los hechos.
Después de Nochevieja, concretamente en la madrugada del Año Nuevo, uno de los sujetos salió de la vivienda a por tabaco y vio a la joven, menor de edad, que estaba volviendo a su casa después de haber festejado la celebración del 31 en la carpa instalada en la plaza Mayor.
Fue en ese momento, alrededor de las 5 de la mañana, cuando el criminal la abordó en un parque de sopetón, por la espalda y «con intención de satisfacción sexual» después de lo cual le «tapó la boca con una mano apretando fuertemente de modo que le impedía respirar, y la tiró al suelo».»
«Se colocó encima de ella impidiendo su huida o defensa, intentando la menor defenderse al sentirse asfixiada. Intentó bajarle los pantalones y la ropa interior con tal fuerza, que, para evitar el dolor que sentía, ella misma se desabrochó el botón del pantalón, y temiendo por su vida no se resistió, diciéndole haz conmigo lo que quieras pero déjame respirar, procediendo el acusado a penetrarla vaginalmente».
Tras la violación el acusado se llevó a la víctima que estaba «en estado de shock» a su domicilio. «Antes de llegar, le tapó la cabeza con su chaqueta, y cogida por la nuca la llevó directamente a su habitación, donde le apagó el teléfono móvil, la desnudó, y la tiró a una de las dos camas existentes donde volvió a violarla, para seguidamente, obligarle a hacerle una felación»
El segundo individuo llegó poco después y la violó también «Las penetraciones vaginales, anales y bucales y los tocamientos se repitieron durante la noche siendo aproximadamente cuatro cinco las llevadas a cabo por el segundo joven, y muchas más por el primero, incluso simultáneas, a pesar de que la menor les decía que le hacían daño, y les pedía que la dejasen marchar».
El suplicio duró unas seis hora, en las que la violaron repetidas veces, la abofetearon, le hirieron los hombres, ofrecieron al resto de individuos de la vivienda que la violaran y también fue objeto de apretones, sintiendo en un momento dado que se le hinchaba el labio, la obligaron a beber, y a fumar, sin que la dejasen salir de la habitación para atender sus necesidades fisiológicas que tuvo que hacer en una cazuela y en el colchón. Asimismo, viendo que tenía sangre en la boca, la obligaron a lavarse la cara en dos ocasiones, y también la grabaron en vídeo y fotografiaron en el curso de estos hechos sin su consentimiento».
Ambos sujetos sabían que era menor de edad y la tuvieron retenida hasta las 11:00 de la mañana; la soltaron en la puerta y la instaron a decir que había pasado la noche en casa de una amiga.
La niña sufrió lesiones en los labios, cara, brazos, codos, mamas, espalda, abdomen, rodillas, muslos, ingles, «hematoma violáceo en región anal, e importante eritema generalizado de la vulva especialmente a nivel de ambos labios mayores, que requirieron para su sanidad de primera asistencia médica, tardando en sanar 14 días no impeditivos para el ejercicio de sus ocupaciones habituales».
Los terribles hechos también le ocasionaron «trastorno de estrés postraumático a la víctima precisando tratamiento psicológico».