El cierre de la frontera terrestre de Marruecos con Ceuta y Melilla deja en el limbo a cientos de ciudadanos del país vecino que desde hace casi dos años permanecen atrapados en las ciudades autónomas. Son los llamados transfronterizos, quienes mantienen su lugar de residencia en Marruecos pero que a diario cruzan -o cruzaban- la divisoria para trabajar en territorio español.
Los retenidos exigen una solución, pero no hay signos de reapertura fronteriza entre el reino alauí y las ciudades autónomas meses después de que se produjeran las grandes tensiones migratorias y diplomáticas entre ambos países.
El cierre de la frontera decretado por Marruecos con motivo de la emergencia sanitaria ha dejado a esas personas atrapadas en Ceuta o Melilla. La decisión se tomó en marzo de 2020, y, por el momento, no hay visos de que se vaya a recuperar la normalidad a corto plazo.
Al parecer, a los transfronterizos atrapados en Ceuta o Melilla se les ha ofrecido la posibilidad de regresar a Marruecos, pero sin garantías de mantener sus puestos de trabajo, algo a lo que muchos no quieren renunciar.
Los transfronterizos se han organizado en torno a un colectivo que articula sus reclamaciones tanto en Ceuta como en Melilla, tanto a las Delegaciones del Gobierno como a los Ayuntamientos o al Servicio Público de Empleo Estatal.
Marruecos anunció a finales de diciembre que no reanudaría sus vuelos con España por la «amenaza» sanitaria, a la que acusó de no cumplir los protocolos en plena crisis por la irrupción de la variante ómicron del coronavirus y su consecuente escalada de cifras de contagios en nuestro país.
Las relaciones entre ambos países aún están lejos de la normalidad. La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, abandonó la legación el pasado mes de mayo.
Entiendo que estás personas exigían o deseaban lo mismo a la inversa…..
A veces todo lo que se desea y llega no interesa y ahora que?