Ya es habitual que la vicepresidente del Gobierno Carmen Calvo salte a la palestra por declaraciones polémicas o, cuanto menos, cuestionables.
Esta vez el estallido de comentarios y cachondeo en redes ha venido a cuenta de unas declaraciones suyas justificando el cargo otorgado al filósofo Fernando Simón.
La vicepresente ha improvisado para salir al paso y, como también solía ocurrirse a Rajoy, a Carmen Calvo eso tiende a jugarle malas pasadas.
A la hora de elogiar a Simón y explicar las razones que lo mantienen en su puesto, el término o adjetivo que ha venido a la cabeza de Carmen Calvo en el momento ha sido «expertitud». Un palabro que ni la R.A.E reconoce ni tampoco figura, que se sepa, en ningún registro de habla mas vulgar.