Aquí se habla de lo que yo diga

La leyenda popular cuenta cómo Goyaklah (Gerónimo, como se le conocía), a la hora de
redactar sus memorias, sentenció: “Aquí no se hacen preguntas. Aquí se escribe lo que
yo diga”. El que bosteza debe haber sido la fuente de inspiración de un reyezuelo venido
a menos como es el buen Emiliano.

Recientemente nos hemos enterado de que el Partido Socialista ha cambiado el
reglamento de la Cámara para que en las Cortes de Castilla La Mancha se eviten lo que
los zurdos denominan “debates espinosos”. Lo dicho. Aquí se habla de lo que yo diga.
García-Page se ha debido creer el monarca absoluto de la taifa castellano manchega y, al
igual que Luis XIV, “el Estado es él”, o eso es lo que se piensa. Con la excusa de hablar
solamente de lo que afecte a Castilla La Mancha, el PSOE ha aprobado in extremis una
reforma que no es otra cosa que un ejercicio de totalitarismo al que tristemente nos
quieren acostumbrar desde las filas de la izquierda.

Si el objetivo de esta acción es evitar los temas superfluos, entre comillas, y centrarse en
exclusiva en los temas que únicamente afectan a nuestra región, ¿por qué evitar el hablar
de Cataluña? ¿Por qué dejar fuera de la mesa determinados temas a nivel nacional que
también afectan a Castilla La Mancha? ¿No es acaso empeñarse en cerrarnos en nosotros mismos y hacer oídos sordos a una realidad inevitable? Tenemos que entender que, en la medida que se entienda que determinadas situaciones afectan a Castilla La Mancha, hay que debatir acerca de ellas, aun teniendo en cuenta que dichos temas excedan esas competencias autonómicas; esas fronteras imaginarias que nos hemos puesto los españoles los unos a los otros.

De acuerdo con los puntos de vista expuestos por la izquierda, no tiene sentido el hablar de política internacional en la sede de la Soberanía Nacional. Que se hable de España, y nada más. La España que la izquierda curiosamente quiere romper, y por desgracia lo está consiguiendo, pero que se hable de España. Ni de Ucrania, ni de Marruecos, ni de la madre que las parió. Sólo de España. Quizá los habitantes de La Palma empiecen a recibir la atención que tanto necesitan, después de tanto tiempo y sobretodo, tanto ninguneo. No todo va a ser malo.

Ni dinamismo, ni nada. El PSOE hace uso de la última mayoría absoluta que le queda para darle un acelerón a este golpe de Estado encubierto y convertir a Castilla La Mancha, hoy, en un espacio en el que el debate brilla por su ausencia. Tal y como pasa con el Presidente del Gobierno, que acude a los debates con las respuestas preparadas, por lo que no es de extrañar que se pregunte “¿De dónde vienes?”, y se responda “Manzanas traigo”. No existe nada más totalitario. Lo gracioso es que la izquierda se abandera como el garante y el defensor de las libertades.

Para nada. El socialismo es incompatible con la libertad. Y con la democracia. Esto último lo afirmaba Largo Caballero. La afirmación primera se basa en la experiencia revelada gracias a los 200 años de historia del comunismo, que es exactamente lo mismo que aquello que representa el PSOE, sólo que con otro nombre. Al fin y al cabo, muerte y miseria, tanto en lo moral como en lo económico.

Desde luego, qué puede esperarse del mismo Gobierno que aprueba una ley para expropiar fincas, tal y como las Cortes aprobaron poco antes de las elecciones del 28 de mayo. Estamos gobernados por un tirano que establece sus mandatos según el grado de borrachera del día. Garbancito Apuratinajas, como le llama un amigo, está desatado, y si ve necesario uno o más cambios en el reglamento de la Cámara, pues se hacen, y punto. Ya que estamos, a beneficio del Partido Socialista, que por algo es el que “gobierna”.

Puede que el Presidente de Castilla La Mancha tenga serios problemas con el alcohol, pero, desde aquí, no le tenemos precisamente como corto de entendederas. Más bien, todo lo contrario. Quizás sea por eso, porque se lo está viendo venir, que en un futuro no muy lejano la tortilla pueda por fin dar la vuelta y se pueda deshacer todo el estropicio propiciado por las políticas socialistas. Quizás sea por eso que a nosotros nos ningunea y a otros les rehúye.

Este Gobierno, en su obcecado ombliguismo, persigue la censura, persigue el control del
relato. Y esto es exactamente lo que debemos evitar.

Sé que es difícil, pero, ante el socialismo, no cabe la posibilidad de rendirse ni de dejar
de dar la batalla de las ideas.

A mis colegas del tercio, ya va siendo hora de estar a la vanguardia del cambio. Podemos
hacer caer al socialismo en Castilla La Mancha. Lo saben. Hemos puesto la primera piedra
al entrar en Las Cortes, con todas nuestras dificultades. No podemos fallar a todos
aquellos que han depositado su confianza en nosotros, y es responsabilidad nuestra abrir
los ojos de una sociedad dormida que no se da cuenta, o peor, que no quiere darse cuenta
que su país está siendo defesnestrado sin remedio por una clase política que lo único que
persigue es tenernos a todos controladitos tal y como el pastor controla al rebaño.

Tal y como en la celebérrima cinta, “frente a las infinitas hordas de Asia, podemos
hacerlo. Podemos vencer”.

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