Los intentos de retrasar la confirmación lo máximo posible por parte de los demócratas que han llegado incluso a boicotear una votación para aprobar que se presentara la candidatura ante el Senado no apareciendo en la reunión (debe haber al menos dos demócratas), han sido en vano.
La nominación a la Corte Suprema de Amy Coney Barrett ha sido aprobada con 52 votos a favor, todos republicanos y 48 en contra, todos demócratas.
Trump organizó una ceremonia de investidura en la Casa Blanca el mismo lunes por la noche, una hora después de que fuera confirmada su nominación.
Recalcó que es la quinta mujer que se une al Tribunal Supremo y la primera que tiene niños en edad escolar y afirmó: «Es una de los más brillantes académicas en materia legal de nuestra nación y será una juez excelente en el máximo tribunal de nuestra tierra»
Barrett agradeció al presidente y al Senado su candidatura y confirmación declarando: «Es un privilegio que me hayan pedido servir a mi país en esta administración y estoy aquí hoy, verdaderamente agradecida y honrada».
Y juró servir imparcialmente en su trabajo: «Un juez declara su independencia, no solo del Congreso y del Presidente sino también de las creencias privadas que de otro modo la moverían».