Alemania y Francia se encierran contra el Covid

Sacrificar el mes de noviembre para poder salvar la navidad.
Bajo este lema Merkel y Macrón van a confinar a alemanes y franceses respectivamente para hasta el mes de diciembre.
Estos dos no son los únicos países europeos que están tomando medidas radicales, cuando no desesperadas, para luchar contra el coronavirus, aunque sí los dos más importantes.
El «convivir con el virus» que enarbolaba Macron en septiembre dio a paso a las restricciones y confinamiento en algunas regiones y, finalmente, al confinamiento a nivel nacional.
En Francia cerrarán todo noviembre universidades, restaurantes y bares, cultura, comercio… abrirán sin embargo colegios, institutos, guarderías, servicios públicos y seguirá activa toda la industria. Para salir de casa será necesaria una justificación.
De este modo, el presidente Macron termina haciendo lo que hasta hace una semanas había prometido no hacer.
En Alemania se ha decretado el cierre de bares, restaurantes, ocio y cultura, quedando abiertos institutos y comercios (realmente solo algunos de ellos).
Para Merkel, actuar ahora con medidas excepcionales es vital para evitar una catástrofe sanitaria posterior. En este sentido, la cantidad de ingresados por Covid se ha duplicado esta semana en el país germano.
El objetivo de las fuertes restricciones, entre las que se encuentran la cancelación total del turismo es reducir en un 75% los contactos humanos frenando así los nuevos contagios.
Para evitar la devastación económica, el gobierno de Merkel ha prometido un plan con el que asumir un 75% de las pérdidas que las duras medidas ocasionen a pequeños y medianos comercios durante este mes.
Según Olivier Dussopt, ministro de Cuentas Públicas francés, cada mes de confinamiento se salda con una caída de entre el 2 y 2,5% del PIB. Probablemente es una estimación conservadora, pero da una idea del peligro que suponen los confinamientos masivos.