Durante la última comparecencia parlamentaria antes de las vacaciones de verano, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha invertido su tiempo en intentar explicar la lógica detrás de la concesión de los indultos a los golpistas del 1-O.
Ha declarado que «el reencuentro debe comenzar con pasos decididos» y que «el Gobierno de España ha dado un primer paso»
Sánchez ha seguido insistiendo que los golpistas han asumido la «responsabilidad de sus actos» a pesar de las múltiples declaraciones expresadas por éstos declarando que lo volverán a hacer.
Ha afirmado también que «no hay garantías definitivas» de que los indultos resuelvan «la crisis» y considera que hay;
«Una gran cantidad de personas que, incluso oponiéndose a las ideas independentistas, valoran su situación en prisión como un obstáculo para la convivencia».
Sánchez asegura que «han saldado sus cuentas» y aún más, ha recurrido a la pandemia para explicar cómo la crisis les ha hecho ver «el valor de la convivencia» y «hasta qué punto nos necesitamos unos a otros».
Finalmente ha asegurado que:
«En 2017 era fundamental recurrir a la ley para frenar la violación de derechos. En 2019, con las calles de Cataluña incendiadas, era fundamental reivindicar la autoridad del Tribunal Supremo. Ahora, en 2021, el escenario es bien distinto».
«La ley será aplicada siempre que sea necesario, eso no ha cambiado ni va a cambiar pero la vía judicial no vale por sí sola para garantizar la convivencia en Cataluña».